La inclasificable sede del Arzobispado y sus secretos

Un edificio enclavado en Hipólito Yrigoyen 98 llama la atención por su estilo difícil de clasificar. Se trata de la sede del Arzobispado de Córdoba, inaugurado en 1949. Según afirma Bimba Reuther en el libro Córdoba Viva, el estilo arquitectónico de la construcción puede ser definido como ecléctico, aunque al respecto hay tres visiones: los que lo definen como medieval, quienes lo consideran con rasgos del Renacimiento florentino, y quienes afirman que se trata de un edificio urbano de estilo arquitectónico propio.

Asimismo, cuenta con la particularidad de ser una de las primeras construcciones edilicias de Córdoba en utilizar el ladrillo visto.

El edificio es también residencia episcopal. En la planta baja funcionan oficinas y el Tribunal Interdiocesano; en el primer piso se encuentra una Capilla, en tanto que en el subsuelo funciona el Archivo Histórico. Cuando la ciudad de Córdoba aún no contaba con Registro Civil, el Arzobispado cumplía esas funciones, por lo cual en ese archivo se conservan actas de bautismos, matrimonios y defunciones. También contiene juicios criminales y del Santo Oficio de la Inquisición.

Una fecha en que el edificio quedó registrado en la memoria colectiva local fue el 7 de abril de 1987, cuando en ocasión de su visita a la ciudad, el papa Juan Pablo II se asomó al balcón a saludar a los feligreses que se convocaron en la calle para saludarlo.