Cristina intenta ocultar en otros su propio fracaso

Mientras comentamos el largo discurso de Cristina Kirchner de ayer, en Rosario cinco personas fueron asesinadas en cuarenta y ocho horas. Esta mañana izaron la bandera mapuche reivindicando el territorio mapuche en media Argentina en la Universidad del Comahue. Por si hiciese falta recordarlo, la inflación no cede y la pobreza aumenta día a día. Y en más de la mitad del país productivo sigue faltando gasoil para trabajar.

No habló Cristina Kirchner de eso. Habló en defensa propia. Trató de explicarnos por qué ella no fracasa. O, mejor dicho, trató de explicar por qué fracasan todos los demás.

Cristina es corresponsable de la administración del Gobierno desde 2003, hace 19 años. Esto quiere decir que en los últimos diecinueve años el kirchnerismo, su marido, ella misma o quién ella puso en el cargo gobernaron durante quince de los últimos diecinueve años.

Cristina lo que hizo fue tratar de las culpas lo más lejos posible. Le resulta muy difícil, cada vez más difícil, explicar que ella no es responsable de gran parte de lo que le pasa a la Argentina.

Lo que hace es tratar de ordenar la retirada.

Para eso está tratando de concentrar a su sector y de separar a una parte del gobierno para cargarle todas las culpas. Obviamente, Alberto Fernández es la otra parte del gobierno.

Ella intenta ordenar su retirada porque será muy difícil que el oficialismo actual pueda retener el poder.

No sabemos quién va a ganar las elecciones, pero es muy difícil que Cristina vuelva a imponer un presidente, como le impuso a Alberto Fernández.

Pesan siempre más los hechos antes que las palabras.