3x1:4
14/08/2024 | 12:12
Redacción Cadena 3
Sergio Suppo
Audios
El escándalo de Alberto Fernández, una nueva versión de los bolsos de López
El reciente episodio protagonizado por Alberto Fernández y las acusaciones de Fabiola Yáñez me recuerda, sin lugar a dudas, a los Bolsos de López. ¿Por qué? Porque los Bolsos de López representaron la evidencia palpable de una corrupción sistemática que había permeado al kirchnerismo, demostrando que una gran parte de sus integrantes se había apropiado de millones de dólares.
El caso es emblemático: José López, secretario de Obras Públicas durante el gobierno de Cristina Kirchner, fue filmado en un convento de General Rodríguez, intentando ocultar varios millones de dólares en bolsos. Este acto desesperado, que aún hoy no tiene una explicación clara, puso a la sociedad argentina en un estado de asombro y reveló la existencia de una banda que había estado robando a mansalva, acumulando fortunas en dólares y euros, y llevándolas al exterior o, en su defecto, enterrándolas en la Patagonia.
Los Bolsos de López fueron, sin duda, una confirmación de la corrupción extendida en nuestro país. Años más tarde, surgieron los Cuadernos de las Coimas, donde un chofer anotaba los movimientos de un funcionario que recaudaba pagos ilegales de empresas constructoras. Esto también se traduce en otra forma de corrupción, menos visible, pero igualmente alarmante. Aunque al principio los kirchneristas desestimaron la veracidad de estos cuadernos como simples fotocopias, luego los empresarios admitieron haber pagado coimas. Y aquí estamos, esperando el inicio del juicio correspondiente.
El caso actual de Alberto Fernández refleja, además, la hipocresía del kirchnerismo en relación a una causa que debería ser universal: la defensa de los derechos de las mujeres. Durante su mandato y el de Cristina Kirchner, se promovió un discurso inclusivo y se establecieron políticas como el Ministerio de la Mujer, mientras que aquellos que no estaban alineados con el oficialismo eran tildados de machirulos y antiderechos. Sin embargo, ahora descubrimos que el presidente, quien se presentaba como un defensor del feminismo, estaba involucrado en actos de violencia contra su pareja dentro de la residencia de Olivos.
Este escandalete, que podría parecer trivial por su morbo y frivolidad, encierra un drama profundo: el sufrimiento de una mujer golpeada. Y ese hombre que perpetró esa violencia es, nada menos, que el presidente de la nación. Es una contradicción que no se puede pasar por alto. Alberto Fernández, quien se autodenominó el presidente del feminismo en Argentina, ha quedado expuesto como un símbolo de la farsa que hemos vivido. Este episodio no solo es un escándalo personal, sino la evidencia de otra gran farsa que nos ha mantenido en un estado de engaño durante demasiado tiempo.
Te puede Interesar
Escándalo
La exprimera dama brindó detalles de su denuncia por Zoom ante el fiscal Ramiro González.