El martes, la Argentina juega un partido muy difícil

Vengo a hablar de un partido muy difícil. Es el del martes que viene. El martes que viene ocurrirá un hecho con muy pocos precedentes o casi ninguno en la historia argentina, que es que una ex presidenta y actual vicepresidente en ejercicio puede ser condenada por delitos de corrupción.

Hay un antecedente relativamente cercano, que es el caso del ex vicepresidente Amado Boudú, que fue condenado luego de haber ejercido ese cargo. Pero por haberlo cometido durante el ejercicio del cargo, siendo vicepresidente de quien ahora es juzgada.

Los delitos por los cuales la vicepresidenta de la Nación puede llegar a ser condenada el próximo martes fueron eventualmente, si así lo establece la justicia, cometidos durante el ejercicio de su presidencia y de la presidencia de su esposo, Néstor Kirchner, pero sobre todo en los años en los que ella fue presidenta

Es un partido muy difícil para Argentina porque supone una fuerte prueba, un desafío muy significativo para el sistema institucional. Ya hemos dicho muchas veces que el kirchnerismo ha hecho una política del desconocimiento del Poder Judicial.

Cristina no tiene problemas en comparar a los dictadores de entonces con los jueces de hoy. Ya hemos explicado también aquí, en otras columnas, que no es comparable, aunque ella lo haga en esos términos, simplemente porque los jueces se pueden equivocar, pero han sido nombrados de acuerdo a las leyes y la Constitución.