3x1:4
09/12/2024 | 12:58
Redacción Cadena 3
Sergio Suppo
Audios
El viejo dilema de la corrupción: ¿Qué hacer con el senador Kueider?
Hay unas frases que aunque históricamente no pueda probarse que han sido dichas vale la pena que queden en el imaginario colectivo porque sirven por ejemplo para ilustrar esta columna.
Hubo un presidente en el siglo pasado varias veces presidente de los Estados Unidos que se llamó Franklin Roosevelt, a quien se le atribuye la siguiente frase en referencia al expresidente y militar nicaragüense Anastasio Somoza García: “Somoza may be a son of a bitch, but he’s our son of a bitch" (Somoza quizás sea un hijo de... pero es nuestro hijo de...")
La figura del senador Edgardo Kueider, actualmente en prisión domiciliaria en Paraguay, despierta cuestionamientos sobre la ética y el decoro que deben regir la conducta de un funcionario público.
La referencia a Franklin Roosevelt y su célebre respuesta sobre Anastasio Somoza ilustra la complejidad de las lealtades políticas. Al igual que en su momento, hoy en Argentina se discute a quién pertenece Edgardo Kueider. Su historia política, que comienza en el kirchnerismo y se transforma en apoyo a Javier Milei, genera un contexto de contradicciones y complicidades.
Kueider se encuentra en una situación delicada, con la necesidad de explicar su intento de ingresar a Paraguay con una suma de 200.000 dólares, cuando la normativa permite solo 10.000. Este hecho, sumado a su historial de viajes frecuentes a Paraguay, plantea dudas sobre su integridad y compromiso con las normas que deben regir a un senador.
La posibilidad de que Kueider regrese a su banca resulta inadmisible. La opinión pública espera que se respete el decoro que debe acompañar a un cargo público. La comparación con el caso de Martín Insaurralde, quien perdió su posición por un escándalo de imagen, resalta la falta de consistencia en la aplicación de las normas éticas en la política argentina.
La situación se complica aún más al considerar que el kirchnerismo, que reclama la destitución de Kueider, cuenta con figuras condenadas que carecen de autoridad moral para exigir tal medida. La doble moral en la política se hace evidente, y la credibilidad de las instituciones se ve afectada por estas dinámicas. El punto es si Milei lo va a proteger a Kueider y si tiene sentido hacerlo.
Es fundamental que Kueider brinde explicaciones claras sobre su situación, no solo en Paraguay, sino también en Argentina. La sociedad demanda transparencia y responsabilidad de sus representantes. La política no puede ser un refugio para quienes eluden la rendición de cuentas.
La esperanza de que se respeten las normas y que la ética prevalezca en la política argentina es un deseo compartido por muchos. La situación de Kueider es un testimonio de la necesidad de un cambio profundo en la forma en que se ejerce el poder en nuestro país.
Te puede Interesar
Escándalo
Alcides Giménez Zorrila confirmó que el senador y su secretaria cumplen prisión domiciliaria en Asunción. Estiman que la investigación podría llevar alrededor de 4 meses.
Escándalo
"El tiempo estimado para investigar o reunir pruebas es de entre cuatro a seis meses", explicó en Cadena 3 el fiscal del caso, Alcides Giménez Zorrilla. Qué declararon los detenidos.