La costosa torpeza de relacionarse mal con el mundo

El gobierno actual parece seguir un viejo adagio futbolístico: "las pelotas que van afuera no las metas adentro". En otras palabras, está cometiendo errores innecesarios y no forzados en materia de relaciones exteriores. Estos fallos parecen reflejar una diferencia ideológica entre los sectores nacionalistas y liberales del gobierno.

Las relaciones exteriores son vitales para cualquier país. Un mal planteamiento puede arruinar empresas e individuos. La Argentina se ha enredado insólitamente en un incidente racista tras un cántico de uno de los jugadores campeones de América. Aunque el racismo no sea un tema primordial aquí, es extremadamente importante y sensible en otros países.

El problema podría haber quedado ahí si el gobierno no se hubiera involucrado. Primero fue el subsecretario de Deportes, luego la vicepresidenta de la Nación. Ahora hay una interna entre la vicepresidenta y la secretaria General de la Presidencia; esta última intentó corregir a su superiora.

Estas torpezas nos llevan por mal camino. Karina Milei tuvo que acudir presurosa a la Embajada para desdecirse del comentario racista hecho por su compatriota deportista y desligarse del pronunciamiento oficial realizado por la vicepresidenta.

No estamos hablando solo de ideologías sino también de seriedad en nuestra política exterior. Y me pregunto ¿qué papel juega nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores? Parece ausente ante este insólito conflicto con Francia, así como los conflictos con Brasil, España y China.

Este gobierno parece una máquina de inventar conflictos de política exterior sin ninguna necesidad ni criterio. No digo que no deba haber conflictos, pero no deberíamos inventarlos donde no existen.

Para finalizar, recomiendo ver la serie "Clipped" en Disney Plus. Esta serie muestra la importancia del racismo fuera de Argentina a través del ejemplo de un comentario racista que llevó a la caída en desgracia de Los Ángeles Clippers, una franquicia millonaria de la NBA.