La crisis en el Pro anticipa la reconstrucción del sistema político

Ayer, presenciamos una escena tragicómica que marca el inicio de un proceso que hemos venido comentando: la reconstrucción, o quizá deberíamos decir destrucción y repartición del sistema político argentino.

El PRO celebraba su Congreso Nacional cuando Patricia Bullrich y un pequeño grupo se retiraron. Esto puede parecer intrascendente para aquellos que no siguen la política interna partidaria, pero es el comienzo de un proceso que probablemente se replicará en otras fuerzas políticas.

El PRO tiene un problema. Sus votantes han cambiado de cacique. Era Macri, pero ahora Patricia Bullrich parece reclamar una parte del PRO para sí misma. ¿Es posible que los votantes hayan seguido a Milei? Esta es la pregunta fundamental: ¿A quién representan hoy los líderes del PRO?

¿Qué van hacer con Milei? ¿Se fusionan? ¿Se dejan absorber? ¿Cambian la camiseta amarilla por la camiseta de La Libertad Avanza? Hay dirigentes como Macri que insisten en mantener su autonomía respecto a La Libertad Avanza y resisten cualquier fusión o subordinación a un nuevo jefe.

Pero más allá de los votantes, existe otro poder legislativo en juego: sus diputados. Algunos dirigentes como Patricia Bullrich ya han decidido pasarse a La Libertad Avanza y anticipándose a ello ya están votando con ellos sin poner reparo alguno.

Macri y el PRO fueron una vez el cambio que muchos argentinos ansiaban. Pero no lo lograron. Macri sigue siendo un dirigente importante, pero hoy en día parece estar solo, agitando una bandera con pocos seguidores.

Lo que sucedió en el PRO es importante no por la interna partidaria del partido, sino porque marca el principio de una serie de situaciones similares. ¿Qué pasará con los dirigentes del radicalismo? ¿Se alinearán con otros partidos? ¿Algunos se pasarán a La Libertad Avanza?

No lo sabemos aún. Lo que sí sabemos es que hay un proceso en marcha y los líderes políticos están siendo forzados a reconfigurar sus estrategias y propuestas para recuperar o mantener su representación.

Lo acontecido ayer es sólo el primer eslabón de una larga cadena de reconstrucción, destrucción y cambio. El año próximo será crucial para determinar cómo se desarrollará este proceso.