Políticos contra la ley que les pone un límite

Hay un tema chiquito, menor, pero me parece bastante ejemplificador. Los dirigentes políticos se ocupan de sí mismos, ajenos a la realidad, ajenos por completo a la realidad. Está pasando en los pueblos más chicos de Córdoba, en las localidades más pequeñas de Córdoba, un proceso político insólito.

Se quieren mantener en el poder cuando la ley se lo impide. Está prohibido por la Ley 10.406 la re reelección de los intendentes. ¿Esto es injusto?. No es injusto porque es el criterio establecido para elegir al gobernador y al vice y para elegir a todos los intendentes de Córdoba, cuyas ciudades tienen carta orgánica para las ciudades y pueblos que no tienen carta orgánica.

La legislatura de Córdoba por unanimidad, esto es, con el acuerdo de peronistas y radicales y del Pro, votaron hace varios años atrás una ley que, como dije, es la 10.406 que establece que los intendentes pueden tener dos períodos consecutivos pero no pueden aspirar a un tercer período consecutivo.

Esto es establecer que el partido de fútbol se juega para todos con la misma regla. Sin embargo, hay más de doscientos y pico de intendentes que están insistiendo y operando ante el Gobierno provincial.

Encontraron una puerta abierta en la Defensoría del Pueblo, cargo de Mario de Cara, que aparentemente encontró una. Un artilugio por el cual los concejos deliberantes de cada pueblo pueden fijar sus propias reglas electorales, como lo interpreten los concejos deliberantes.

Normalmente tienen mayoría propia o les encantó directamente. Van a fijar ellos su propio reglamento o pretenden hacer eso. Hoy me crucé con un destacado constitucionalista cordobés, Antonio María Hernández, que fue, entre otros, uno de los responsables de generar el esquema de autonomía municipal que tiene la provincia de Córdoba.

Se lo pedí a Antonio María Hernández. Y fue clarísimo. El principio fue limitar la reelección indefinida a sólo dos períodos.