Situaciones poco serias en un momento muy grave

-En la política argentina están ocurriendo cosas a las que a uno le cuesta tomarlas en serio, son graves, pero no son serias. Ayer hubo una reunión del ministro de Economía, Martín Guzmán, con lo más granado del empresariado argentino y, ¡oh, sorpresa! Guzmán recogió así apoyos y respaldos. ¿Están enamorados de Martín Guzmán? No. Esos empresarios están aterrados por la posibilidad que Cristina Kirchner tome el poder y vuelva a la presidencia.

-Eso genera esta situación poco seria. También es poco serio que los bloques kirchneristas de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores actúen como opositores, presentando proyectos de ley que forman parte de un plan de gobierno. Pero ellos son el Gobierno.

-Lo impulsó Máximo Kirchner. Hace pocos minutos, los senadores kirchneristas presentaron un proyecto de reforma provisional. Hubo una reforma previsional hace un año y medio. Ahora otra es para seguir corriendo por izquierda al Gobierno.

-Trascendió hoy, en la columna de Marcelo Bonelli en el diario Clarín, que una de las condiciones para la negociación y el acuerdo que está planteando Cristina es la creación de una mesa política. Algo así como una junta, una primera junta de Gobierno como la que en 1810 empezó a gobernar la Argentina.

-Hasta donde sabemos, ¿Cristina toleraría una mesa política para compartir el poder si ella fuera presidenta de la Nación? No. Entonces lo que quiere ella a través de esa mesa política es gobernar.

-Una universidad del Chaco, cuyo rector está acusado de malversación de fondos y otros delitos como lavado de dinero, le va a entregar el Doctor Honoris Causa a la vicepresidenta Cristina Kirchner. Esto en realidad será un acto político, un escenario montado para que Cristina le fije posición en público.