Abrapalabra
18/06/2024 | 17:20
Redacción Cadena 3
Julio Perotti
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Del sincericidio de Kueider a la sinceridad de Scioli
Fue un sincericidio. Todos lo suponían pero nadie había dicho expresamente qué busca el kirchnerismo al ir en contra de la Ley de Bases y el pacto fiscal.
"La consigna era que explote todo". Lo reconoció Edgardo Kueider (senador por Entre Ríos), uno de los miembros de la bancada peronista que votó a favor (en general) de la ley la semana pasada.
¿Cómo lo justificó?
“Soy peronista, pero antes que eso, soy entrerriano y quiero lo mejor para la provincia que represento. Por eso apoyé la Ley del gobierno nacional - en general, con modificaciones y exclusiones en todos sus capítulos, que logramos a través del diálogo. Ninguno de los temas que componían las consignas de un sector que desde hace años alimenta la lógica de amigo-enemigo fueron incluidos en el texto. Y los que quedaron, los voté en contra”.
Kueider, junto a su colega correntino, el ex regatista Carlos “Camau” Espínola, ahora enfrenta las críticas de, entre otros, los expresidentes Cristina Kirchner y Alberto Fernández, así como de su par Juliana Di Tullio, que los quieren echar del peronismo.
Elegido en 2019 por el Frente de Todos y luego formó el bloque Unidad Federal, Kueider también metió el dedo en la llaga al decir que no sabe quién lidera hoy el peronismo.
En efecto, cabe preguntarse cuántos peronismos hay.
¿El de Cristina? Difícil saberlo, porque la expresidenta se ha esmerado siempre en tratar de deshacerse del concepto de partido. Su refugio está más bien en La Cámpora, hoy devaluada y en crisis interna.
¿Un peronismo de Alberto Fernández? No, ni hablar. Eso no existió, no existe ni existirá. Si hasta lo echaron de la conducción partidaria.
¿Un peronismo de Sergio Massa? Después de su estrepitoso fracaso como ministro y como candidato presidencial la lógica indica que es capaz de resurgir. Lejos de ser el Ave Fénix.
¿El peronismo de los gobernadores? No parece fácil reunirlos, al menos por ahora, para reconstruir la fuerza. Hoy tienen intereses divergentes y lo han demostrado en las negociaciones con el ahora jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Pero, además, muchos sienten que están llamados a ser una instancia superadora de Javier Milei. Por eso de momento no les gusta esa idea obstruccionista que ven el el kirchnerismo,
Pensemos un instante en el caso de Córdoba. Martín Llaryora decidió absorber el peronismo dentro de lo que llama “el partido cordobés”.
¿Les interesaría ser parte de una refundación del peronismo nacional, que es hoy una bolsa de gatos?
¿Sería necesario si se quiere liderar una candidatura presidencial?
El caso Milei ha demostrado que una fuerza nacional no garantiza para nada el triunfo.
En todo caso, sirve después para tener una buena mayoría en el Congreso pero para llegar no parece necesario.
La reconfiguración de la política en la Argentina aún no terminó. Parece estar en proceso.
Le pasa al peronismo, como le pasa a Juntos por el Cambio y a sus socios ya no tan socios, como el radicalismo y el macrismo.
En verdad, ¿importa la etiqueta partidaria?
Insistimos: no asegura nada, más bien lo contrario, puede ser una mancha venenosa.
Quien lo vio parece ser el siempre maleable Daniel Scioli, hoy secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación:
"Yo soy peronista y libertario".
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Ley Bases
Se trata de Edgardo Kueider (Entre Ríos), quien fue uno de los opositores que votó a favor (en general) de la Ley Bases.