Milei hace crujir la casta

Avanza el gobierno de Javier Milei

A su paso, mientras barre viejas y costosas estructuras del Estado, hace crujir, al punto del quiebre, a los partidos tradicionales. Estamos en un momento en que esto se nota palmariamente. La reconfiguración de las dinámicas entre las fuerzas políticas tradicionales y emergentes es evidente.

El partido de Milei, La Libertad Avanza, aunque carece de una amplia representación en las estructuras de poder locales, va logrando alianzas estratégicas que le permiten avanzar en su agenda. Lo concreto es que Milei implementa políticas radicales que polarizan de manera irremediable el debate político. Pongamos entre paréntesis las reacciones sociales que, como hemos dicho, todavía están por verse, en particular la paciencia para soportar la crisis socioeconómica. Aun así, el enfoque que le está dando Milei al gobierno resuena mejor entre los descontentos con el viejo sistema de la “casta” política.

Veamos qué pasa en cada sector:

Juntos por el Cambio (JxC): este bloque, que incluye al PRO y a la UCR, enfrenta una ruptura incipiente. Que se fracturen los bloques parlamentarios no debería sorprender. Tampoco está claro que la idea de ir juntos con La Libertad Avanza en las elecciones parlamentarias del próximo año sea fácil de fraguar. Mauricio Macri, quien suscribe a esa idea, tendrá que manejar con mucha habilidad cada realidad provincial.

Unión por la Patria (UxP): este grupo kirchnerista y peronista, llámese como quiera, enfrenta grandes desafíos para articular una oposición efectiva. 

Actualmente, están peleando por la conducción del peronismo y, por añadidura, por la candidatura presidencial del 2027. Cristina Kirchner, quien siempre ha criticado la partidocracia, está haciendo todo lo posible para desplazar al riojano Ricardo Quintela y convertirse en la única candidata a presidenta del PJ.

Ninguno de los dos logra consolidar una mayoría. Hay gobernadores que, por necesidad, deben aparecer cerca de Milei y prefieren mantener sus distritos alejados de las internas. Esto significa que habrá una interna que no servirá para mucho más que obligar a muchos dirigentes a quitarse la careta. Uno de ellos es Axel Kicillof, el gobernador de Buenos Aires, quien aspira a ser el próximo candidato presidencial.

Movimientos sociales y universitarios: estos sectores nutren a parte de la oposición y están agitados por las políticas de Milei sobre las casas de altos estudios. Sectores del radicalismo, de la izquierda y algunos del peronismo no parecen tener incidencia en las cuestiones partidarias, pero están allí haciendo su juego.

En su momento, Milei convocó a diversas fuerzas políticas y sociales a firmar el "Pacto de Mayo", un acuerdo que busca consolidar su agenda reformista y promover un marco regulatorio más favorable para el sector privado. Sin embargo, su falta de apoyo en las provincias y en las cámaras legislativas podría complicar la implementación efectiva de sus políticas.

A pesar del apoyo inicial que recibió, la sostenibilidad del gobierno dependerá en gran medida de su capacidad para gestionar tanto las expectativas populares como las tensiones internas dentro de su coalición. 

También será crucial observar cuánto apoyo logra consolidar entre las fuerzas opositoras, hoy demasiado complicadas por salvar sus propias ropas en sus internas. 

Esto es algo típico de la política tradicional, para no decir de “casta”.