Perlas políticas a mitad de semana

1. Recordemos que hablamos días atrás de malas yuntas, por aquellos empeñados en hacer el mal.

Y citábamos el caso de intendentes que perdieron las elecciones y nombraban empleados a mansalva.

Pero también hay gobernadores. El caso de San Luis es paradigmático y patético.

El lunes, hubo una marcha que los opositores, liderados por el ganador de las elecciones y, por ende, futuro gobernador Claudio Poggi, consideraron histórica.

¿Por qué la marcha? Para exigirle a Alberto Rodríguez Saá que deje de nombrar personal en lo que la oposición considera un gobierno paralelo.

"Es el pueblo el que pide que se respete la voluntad popular", exclamó Poggi.

El Estado de San Luis está controlado desde 1983 por los hermanos Rodríguez Saá, primero fue Adolfo, que ahora está con Poggi.

O sea, pasaron 40 años. Los que eran empleados de la provincia en aquella época, ya no están. O sea, todos los que entraron desde entonces tienen la venia de quien manejó el gobierno.

A eso, hay que sumarle los nombramientos que están haciendo desde la administración de Alberto, un despropósito que sólo busca condicionar a la nueva administración.

La que no lo pasó bien fue Patricia Bullrich. En la calle la trataron mal. “No te queremos acá”, le gritaban, mientras ella apoyaba a Poggi: “Déjenlo gobernar”.

Lo interesante es que cuando ganó, Poggi festejó con Rodríguez Larreta, lo que dio por sentado para quién iba su apoyo.

Esta tarde, tenía previsto llegar de visita a San Luis el ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa. Va a conversar con empresarios y a buscar el apoyo del derrotado peronismo puntano.

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2. Al final Facundo Manes se jugó después de bajar su precandidatura presidencial.

Hoy apareció junto a Horacio Rodríguez Larreta para avalarlo: "Estamos para acompañar".

¿Su argumento? . “Creo que es un espacio que puede convocar una mayoría social para un cambio de mentalidad”, dijo el neurólogo.

Es probable que en esa incorporación haya pesado el compañero de fórmula de Rodríguez Larreta, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Al menos dos radicales unidos, no es poca cosa.