Rosario 2022
19/09/2022 | 13:21 | El evento y su repercusión superaron las expectativas. El balance final de una cita que colmó a lectores, le devolvió el brillo al centro y dejó momentos para recordar.
Por Lucía Fernández Cívico
Durante once días la plaza Montenegro se convirtió en predio ferial y puerta de entrada a los siete espacios destinados a las más diversas actividades vinculadas al libro y la lectura: Auditorio Angélica Gorodischer, Escenario al aire libre, Espacio para las infancias (que fue una de las novedades de esta edición), Sala Beatriz Vallejos, Sala Beatriz Guido, Sala Jorge Riestra y Espacio Hugo Diz.
Con más de veinte actividades por día, 57 stands y 84 expositores (51 de Rosario y 33 del resto del país), el Centro Cultural Fontanarrosa se vio colmado de propuestas: charlas, talleres, homenajes, espectáculos, performances, el encuentro de narradores orales, presentaciones de las más variadas temáticas y la defensa de los humedales como eje que atravesó la totalidad del evento, que convocó a unas 360 mil personas.
El acto de inauguración lució con el discurso de Claudia Piñeiro, la charla de licenciada Cecilia Ce y la presentación del libro "Somos lo que decimos" de Charly López.
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A su vez, hubo otros momentos que fueron de los más convocantes: la conversación sobre "La creatividad de Peter Capusotto" por Pedro Saborido; Chiqui González hablando del "camino lector en las infancias"; el homenaje a Gerardo Rozín; la presentación de los libros "Una historia del conurbano" por REP y Pedro Saborido; "Si hay suelo no hay techo" de Lucas Raspall; “Puta Madre” la primera novela de Dalia Walker; la destacada presencia de Camila Sosa Villada; y la función de "El mar de noche" por Luis Machín, con dirección de Guillermo Cacace y dramaturgia de Santiago Loza en el Teatro La Comedia.
La jornada de cierre contó con la presencia de María Teresa Andruetto, escritora y poeta cordobesa, ganadora del premio Hans Christian Andersen -el Nobel de la literatura infantil y juvenil-, quien destacó en su discurso que la literatura es un derecho de todos y la construcción de lectores una cuestión de Estado, pública y social.
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“Construir lectores es construir ciudadanía, el lugar es la escuela. Les diría a los docentes que lleven libros de los que estén convencidos, que puedan hacer detonar su significado. Ningún lector se hace solo en un día, se logra con persistencia y en el tránsito de un libro a otro”, sostuvo.
Andruetto se refirió además a la ficción como espacio de libertad, como lugar donde encontrar la voz propia, a pesar de considerar que dicha condición se vea amenazada por muchas razones.
“Luchamos porque los textos no tengan una función aleccionadora. Las ficciones están llenas de valores pero no de modo explícito. Lo aleccionador atenta contra el espacio de libertad que es la literatura. Una escritora o escritor puede ocuparse de todos los asuntos, un poeta puede hablar de cualquier cosa siempre que esa causa, como decía Leloir, coincida con su corazón, sin decirle al otro cómo debe comportarse o sentir. La literatura es ponerse en el lugar de un otro porque quien cuenta es un narrador. Eso es lo más importante en la ficción, esa otredad es inclusiva, obliga al lector a mirar el mundo desde otro ángulo y enseña lo que no sabemos que estamos aprendiendo”, dijo cerrando esta edición de la Feria Internacional del Libro Rosario, hasta el próximo año.