América Elda Nancy, una biblioteca que apuesta por la "inteligencia naturalizada" en Rosario

Por Lucía Fernández Cívico

América Elda Nancy es una biblioteca especializada en Arte que funciona en el barrio Abasto, desde 2020 (España 2045).

Desde Entrelíneas conversamos con Julia Levstein una de las impulsoras de este proyecto. La idea inicial fue armar un espacio autogestivo en el que concentrar el material editado en artes: “La idea surgió por una necesidad y el deseo de que haya un lugar destinado a ese material, pero que no sea de exposiciones como son los museos y las galerías, sino específicamente pensado para compartir, para poder ver los libros, revistas posters, y todo ese material que circula más como un murmullo dentro del mundo del arte. Si bien en nuestra ciudad hay bibliotecas de arte, como la de la Facultad de la Universidad Nacional de Rosario, nuestra intención era armar algo más parecido a una biblioteca de una casa, en donde no haya tanta distancia entre los usuarios y los libros”.

/Inicio Código Embebido//Fin Código Embebido/

La biblioteca funciona a partir de una comunidad de socios que se pueden inscribir con un precio de entre $400 y $600 pesos por mes, lo que permite sacar libros para llevar a casa, usar el espacio, o participar de los talleres (algunos son anuales: como el de escritura, fotografía y dibujo) y de las distintas actividades que organizan. “América Elda Nancy” se llama así en coincidencia con el nombre de la abuela de Julia, de 93 años, propietaria de la casa donde funciona, quien -si bien en su juventud trabajó como bioquímica- siempre disfrutó mucho de la lectura.

Antes de armar la biblioteca lo primero que hicieron Julia y Federico Gloriani, fue visitar otras similares de personas vinculadas al arte, casas de artistas, de investigadores, de curadores para tener ciertos criterios sobre cómo organizar el material, siempre con la idea de llevar a cabo el proyecto para que genere cercanía entre los usuarios y el material.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

“Se trata de un espacio donde no es necesario conocer previamente lo que vas a buscar, sino que alcanza con dejarse llevar por la curiosidad y vincularse con la propuesta desde un lugar más exploratorio e intuitivo”, especificó Levstein.

En un marco de creciente desarrollo de inteligencias artificiales, la biblioteca América Elda Nancy es una apuesta al encuentro: “Creo que los libros son una tecnología, una inteligencia que tenemos mucho más naturalizada, pero son un gran modo de comunicarnos y de generar memoria. También usamos muchas herramientas digitales en la biblioteca como el Instagram, tenemos un newsletter en el que mandamos todos los meses nuestro catálogo y actividades. No renegamos de lo digital, no es una cuestión de nostalgia tener una biblioteca, sino más bien que todavía se siguen haciendo muchísimos libros y creemos que podemos juntarlos y compartirlos”, concluyó.