Historias para conocer
09/10/2021 | 09:39 | Se trata del Castillo de Egaña o Palacio San Francisco. Está ubicado en Rauch, provincia de Buenos Aires y atrae a curiosos que se acercan a ver su fachada. Tardó 12 años en ser construido,
En los últimos años, los lugares abandonados generan atracción a los curiosos que se interesan por su historia. Tal es el caso del Castillo Egaña o Palacio San Francisco, ubicado en Rauch, a más de 200 km de la Ciudad de Buenos Aires.
Este edificio fue construido por el estanciero y arquitecto Eugenio Díaz Vélez, nieto del prócer de la Independencia argentina. El palacio demoró unos 12 años en estar listo y se usaron materiales que traían directamente de Europa para ponerlo en pie.
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Su propietario solía viajar mucho a Europa y fue en 1930, en uno de sus regresos, que su familia organizó una reunión para inaugurar el lugar y recibir al dueño. Antes de llegar, el propietario murió y la casa quedó abandonada durante 30 años.
La casa es una de las mansiones más grandes de la época con 77 ambientes, 14 baños y 2 cocinas. Una de sus particularidades es que no tiene un frente definido: todos sus lados cumplen esa función.
De casa de familia a orfanato
Cuando la propiedad fue adquirida por el Ministerio de Asuntos Agrarios de Buenos Aires se transformó en un lugar que acogía a niños. Eduardo Burg fue quien se encargó de administrar el lugar. Sin embargo, en 1974 fue asesinado por uno de los jóvenes que estaba en el lugar y el castillo cerró definitivamente sus puertas.
Hoy la propiedad pertenece a la provincia de Buenos Aires y continúa con sus puertas cerradas. Sin embargo, un grupo de vecinos -que luchan para que no sea demolido- solía abrir sus puertas para que los visitantes pudieran verlo. Hoy esas visitas están suspendidas.
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