Una aventura única
15/12/2021 | 11:07 | Se trata de una excursión única que permite conocer puntos poco explorados de la isla. Incluye la visita a Estancia Harberton, la más antigua de la provincia y almuerzo en un refugio.
Por Carola Cinto
Fotos: Carola Cinto
Tierra del Fuego tiene miles de rincones para descubrir que son poco conocidos. Tiene las 4 estaciones en un solo día y miles de paisajes que van desde montañas, lagos y hasta mar.
Una de las zonas más inexploradas del punto más austral del mundo son sus islas aunque hay algunas excursiones que permiten conocer un poquito más de estos rincones de Argentina. Tal es el caso de la que llega hasta Isla Gable y la zona Este de Tierra del Fuego.
El paseo empieza en un bus que parte desde Ushuaia y recorre parte de la Ruta Nacional Nº3, una de las más lindas del país por el marco de la Cordillera que aparece en cada curva y contra curva. Después de un par de kilómetros, se llega hasta una pequeña bahía a donde empieza la aventura.
En canoas inflables de hasta 7 personas, el grupo remará por el río Lasifashaj que desemboca en el propio Canal Beagle. La remada dura una hora y media por aguas tranquilas desde donde se podrán admirar vistas inéditas de la Isla Grande de Tierra del Fuego.
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En el camino, está la posibilidad de parar en una pequeña isla en medio de la nada para reponer energías, cambiar de lugares en la canoa y estirar las piernas. El punto final de la remada está muy cerca: en la Estancia Harberton, la más antigua de Tierra del Fuego.
Una visita respetuosa
Una vez allí, el grupo tomará un bote semirrígido para visitar la Isla Martillo, hogar de miles de pingüinos de Magallanes. El avistaje se hace sin descender para no alterar su ecosistema. Desde la costa, se puede ver cómo estos pequeños animales conviven, nadan en las aguas del Beagle y reposan al sol.
Si hay suerte, también se podrá observar a otros ejemplares de la fauna como lobos marinos o focas leopardo, uno de los mayores depredadores de los pingüinos dentro del agua.
El origen de todo
El viaje continúa hasta llegar a Isla Gable, que tiene 22 km cuadrados y fue uno de los primeros lugares explorados por los yámanas, los primeros habitantes de esta zona. Su nombre se lo dio una expedición británica que pisó este lugar en 1830. Allí, la excursión hace una parada para disfrutar de un rico almuerzo en una de las primeras construcciones de la zona.
Se trata de una pequeña cabaña que recibe a los visitantes con las mesas listas. Pato es el encargado de tener todo listo para recibir a los turistas: primero, con una picadita y algo para tomar; después con pescado y verduras asadas; y un postre.
Allí empieza una caminata tranquila por una de las islas con más historia de la provincia. Se podrán observar paisajes únicos y panorámicas de la zona. Si hay algo que sorprende es la flora del lugar: desde orquídeas amarillas hasta las famosas "barbas de viejo" que crecen a donde el aire es puro.
Finalmente, el semirrígido recogerá al grupo en la isla y los llevará hasta la Estancia Harberton a donde un colectivo los llevará hasta Ushuaia de vuelta.
Si bien es una de las excursiones menos populares de la isla, es un viaje en el tiempo. También una forma de adentrarse en la historia de una de las zonas menos conocidas de Argentina. Un viaje a lo profundo del fin del mundo.
La excursión dura todo el día y sale desde Ushuaia. La empresa que la ofrece es Canal Fun y puede reservarse desde este sitio web.
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