Salidas en Buenos Aires
27/08/2022 | 19:22 | Se trata de Colón Fábrica, un depósito que abrió sus puertas para que el público pueda observar las escenografías y puestas en escena. Es un recorrido interactivo a donde cada elemento se puede tocar.
Fotos Carola Cinto
Es como entrar en un mundo paralelo. En medio del barrio de La Boca, detrás de una arcada de piedra color marrón, el mundo del Teatro Colón toma forma frente a los ojos del público que llega curioso a descubrir algunos de sus secretos.
Colón Fábrica, ubicado en Av. Pedro de Mendoza 2163, es una invitación a descubrir qué hay arriba del escenario cada vez que el telón se abre. En un espacio de 7.500 metros cuadrados, los visitantes pasarán de una escena del ballet del Lago de los Cisnes, a una de la ópera Aída.
En un golpe de ojo, se pueden diferenciar escenografías, trajes, pelucas, zapatos, accesorios y hasta estructuras gigantescas como columnas o estatuas. Cada uno de los elementos que hay en este lugar -al igual que los que se suben en el escenario del Colón- son fabricados en los talleres propios del teatro.
El Teatro Colón es uno de los únicos teatros del mundo que puede fabricar todo lo necesario para cada puesta en escena. Desde los trajes hasta los telones se hacen en los talleres del teatro que están en el subsuelo del edificio de calle Cerrito y los de barrio Chacarita.
La idea de abrir este lugar al público tiene que ver con que cada vez que una obra deja el escenario, las partes de la escenografía y el vestuario se desguazan, lo que muchas veces provoca su deterioro. Con este espacio abierto al público, esas mismas escenografías se exponen y se preservan de una mejor manera.
La exposición muta cada 4 meses, que es el tiempo que el teatro mantiene cada obra en cartelera. Las escenografías que no se utilizan durante la programación, permanecen en este lugar o se alquilan a diferentes teatros de todo el mundo.
La visita guiada dura unos 40 minutos y es un constante dejarse sorprender por los secretos de cada espacio que está recreado en el lugar. Por ejemplo: estatuas monumentales que son de telgopor, espadas de la altura de una persona que son de madera o espejos relucientes que son de plástico pulido.
Si bien la visita se puede hacer sin guía, se recomienda hacerla de forma guiada para conocer los diferentes secretos de cada una de las escenografías. Un detalle a tener en cuenta es que se trata de una visita interactiva en la que todos los objetos pueden tocarse.
Horarios: viernes, sábados, domingos y feriados de 12:00 a 18:00.
Precios: Residentes $600 y $800 (con guía) para adultos, $240 y $320 (con guía) para jubilados. Menores de 7 años entran gratis.
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