Violencia urbana
15/08/2023 | 11:08
Redacción Cadena 3
Juan Federico
En la mañana del 13 de mayo de 2011, la comunidad educativa del colegio Cristo Rey, de barrio General Bustos, en la ciudad de Córdoba, se conmovía. Liliana Mathieu, la vicedirectora de la primaria, caía malherida en lo que se creía, entonces, que se había tratado de un ataque de motochoros al voleo. Tras quitarle el maletín, cuando ella llegaba a la escuela, le dispararon a quemarropa.
Mathieu no sólo que sobrevivió para contarlo. Sino que tuvo que enfrentarse a otro espanto. La investigación judicial demostró que había sido su marido, Luis Mañes, el que había contratado a sicarios para que "le dieran un susto" y así intentar lograr que ella volviera con él.
La mujer ya había denunciado a Mañes por violencia de género. La pareja estaba en proceso de disolución y el hombre se resistía. Apenas ella cayó herida, él se puso a su lado para mostrarse incondicional. La acompañó en la estadía en el hospital y luego cuando comenzó a peregrinar por Tribunales. Hasta que todo se descubrió.
/Inicio Código Embebido/
Mirá también
Se trata de un hombre y una mujer
/Fin Código Embebido/
Menos de tres años después, el 5 de febrero de 2014, Mañes fue condenado a nueve años de prisión como partícipe necesario del delito de robo doblemente calificado, además de lesiones leves y coacción, por un hecho anterior al día de la agresión.
El hombre compartió banquillo junto a otras dos personas, Diego Sigampa y Natalia Palomeque, sindicados como la pareja de motochoros que aquella mañana abordaron a la docente.
Sigampa fue culpado como coautor del delito de robo doblemente calificado y también recibió nueve años de cárcel.
Palomeque, en tanto, fue obligada a purgar una condena de seis años y ocho meses de prisión, por el mismo delito.
El tiempo pasó y las penas terminaron por ser cumplidas. Pero ahora, el apellido de Sigampa, aquel sicario que terminó tras las rejas, volvió a sonar fuerte en otra investigación policial.
El pasado viernes 4 de este mes, dos varones fueron heridos a balazos en medio de una discusión vecinal en barrio Las Magdalenas, el sudeste de la ciudad de Córdoba. Según consta en la causa que lleva adelante la fiscal Eugenia Pérez Moreno, alrededor de las 12.30 de aquel día, Mario Nicolás Acosta (38) y su yerno Elías Agustín Díaz (19) le fueron a reclamar a una vecina porque aseguraban que el hijo de esta les había robado la rueda de un auto.
En realidad, el reclamo era doble: un día fueron a pedir por la rueda robada y no sólo que recibieron una respuesta negativa sino que al otro día, cuando se despertaron, se encontraron con el auto destrozado.
Fue en medio de esta discusión que apareció Diego Sigampa, hermano de la dueña de casa, y, siempre de acuerdo a lo que figura en el expediente, disparó en contra de los que habían llegado a reclamar. Acosta recibió dos tiros y, una vez en el suelo, fue pateado varias veces. Terminó internado en la terapia intensiva del Hospital San Roque. Su yerno fue baleado en una pierna.
La familia de los agredidos denunciaría, luego, que tras este episodio comenzaron a recibir toda clase de amenazas.
A todo esto, si bien Diego Sigampa quedó identificado como el presunto agresor, su búsqueda comenzó a extenderse cada vez más. Hasta que el domingo sábado último, un policía de la Patrulla Rural Sur (del cinturón verde) obtuvo un dato clave: el sospechoso se estaba escondiendo en barrio El Quebracho, un sector ubicado próximo a Las Magdalenas.
Contrarreloj se diagramó un operativo que impresionó por la cantidad de efectivos que fueron convocados: de la Coordinación de Brigadas Civiles, del grupo táctico Eter y de la Guardia de Infantería. No sólo se sabía que Sigampa contaba con fuertes antecedentes, sino que la información recabada indicaba que estaba armado y dispuesto a enfrentarse a los policías.
No le dieron tiempo a nada: durante la madrugada del domingo, antes que se abrieran las mesas de votación, los agentes coparon el domicilio marcado en la Manzana 15 y lograron colocarle las esposas antes de que reaccionara. Quedó detenido acusado de lesiones graves calificadas y de lesiones leves calificadas.
Te puede Interesar
Violencia en Córdoba
Dos cuadras de barrio Quintas de San Jorge, a sólo 50 metros de la sede policial atacada a balazos, desde hace años funciona una "feria de drogas".
Violencia urbana
Más de una decena de varones y mujeres se golpearon en la vereda. Los policías no lograron disuadirlos. Video.
Inseguridad en Córdoba
Se trata de una camioneta no identificada que el TSJ le había dado de manera provisoria a la fuerza. Una subcomisaria está en situación pasiva.
La Mesa de Café
Miguel Ángel Díaz, director del Hospital Rawson de Córdoba, habló con Cadena 3 sobre los casos registrados en la capital provincial y en Buenos Aires.