Gatillo fácil
07/09/2022 | 08:02 | Este miércoles comienza un juicio inédito en Córdoba. Crimen, encubrimiento y toda una cadena de complicidad oficial.
Redacción Cadena 3
Juan Federico
El crimen policial de Valentino Blas Corras (17), ocurrido en la madrugada del jueves 6 de agosto de 2020, marcó un punto de inflexión en Córdoba. Pese a que antes y luego de este asesinato se continuaron produciendo los casos de "gatillo fácil" en la provincia, como nunca antes este homicidio involucró a todos los sectores de la sociedad en un pedido tan simple como complejo al mismo tiempo: nunca más.
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A partir de este miércoles, 13 policías se sentarán en el banquillo de los acusados, no sólo por el asesinato de Blas y el intento de matar a sus cuatro amigos aquella madrugada, sino también por haber montado una impresionante maquinaria para intentar encubrir el crimen. Un viejo revólver calibre 22, que estaba en el baúl de uno de los patrulleros, fue "plantado" con la intención de ensuciar a las víctimas y engañar a la Justicia, según se sostiene en el expediente.
Una maquinaria de encubrimiento muy aceitada que puso al descubierto lo más obsceno e inaceptable.
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En el contrato social, hay límites intraspasables. Y la mera sospecha de que policías pudieron haber matado a un adolescente y luego haber intentado “plantar” un arma y alterar la escena del crimen formó parte de esos actos públicos que obligaron a reacciones comunitarias contundentes.
Nunca antes -salvo en el juicio por el acuartelamente- tantos policías estuvieron sentados en el banquillo de los acusados. Lo que pone al descubierto que la causa por el asesinato de Blas ha marcado un punto de inflexión.
¿Quiénes son estos policías? ¿De qué se los acusa? Aquí, un repaso, uno por uno.
Cabo primero Lucas Gómez: de su arma reglamentaria salió el balazo que mató a Blas cuando circulaba con sus amigos en un Fiat Argo por la avenida Vélez Sársfield, al sur de la ciudad de Córdoba. No sólo se lo acusa de haber matado a Blas, sino de intentar asesinar al resto de los adolescentes.
Cabo primero Javier Catriel Alarcón: también disparó contra el Fiat Argo esa madrugada. Se lo acusa por el homicidio de Blas (pese a que sus disparos no fueron los que mataron al joven) y por los otros cuatro intentos de homicidio.
Agente Wanda Micaela Esquivel: estaba junto a Gómez y Alarcón cuando estos dispararon contra el Fiat Argo. Y luego, participó de manera activa en el plan para "plantarle" un revólver a las víctimas y alterar la escena del crimen.
Oficial Florencia Yamila Martínez: también estaba junto a Gómez y Alarcón cuando estos dispararon contra el Fiat Argo. Y luego, también participó de manera activa en el plan para "plantarle" un revólver a las víctimas y alterar la escena del crimen. No denunció nada de todos esto a sus superiores.
Subcomisario Sergio Alejandro González: supo que Alarcón y Gómez habían disparado contra el Fiat Argo y no lo denunció en tiempo y forma. También estuvo al tanto de la maniobra para "plantar" el revólver.
Comisario inspector Walter Eduardo Soria: pese a contar con los datos sobre lo que realmente había sucedido, en cuanto a los autores de los disparos y las maniobras de encubrimiento, no lo denunció en su momento.
Comisario inspector Jorge Ariel Galleguillo: también fue uno de los primeros en llegar a la escena del crimen y tomar conocimiento de los disparos y de la idea de "plantar" el arma. No denunció en tiempo y forma.
Subcomisario Enzo Gustavo Quiroga: el mismo reproche que se le hace a Soria y a Galleguillo. Fue a la escena del crimen, se enteró de todo y no denunció.
Oficial ayudante Ezequiel Agustín Vélez: aquella noche de agosto estaba en un control ubicado en Circunvalación y Vélez Sársfield. Con el objetivo de favorecer a los acusados del crimen, al momento de declarar como testigo mintió y dijo haber recibido una denuncia de un motociclista que sindicó a los jóvenes del Fiat Argo como supuestos delincuentes. En realidad, el motociclista les dijo que había tenido una discusión vial con los ocupantes del auto. Se sospecha que mintió y agregó lo de "delincuentes" para intentar justificar los disparos de sus colegas.
Cabo Leandro Alexis Quevedo: estaba con Vélez en aquel control nocturno y la Justicia le endilga la misma participación delictiva en la trama de encubrimiento. Con el objetivo de favorecer a los acusados del crimen, al momento de declarar como testigo mintió y dijo haber recibido una denuncia de un motociclista que sindicó a los jóvenes del Fiat Argo como supuestos delincuentes.
Cabo Leonardo Alejandro Martínez: aquella madrugada del 6 de agosto de 2020 estaba patrullando por Nueva Córdoba. Dijo que un automovilista se le acercó y denunció haber visto en la zona de la Plaza España cómo desde un auto Fiat Argo arrojaban un arma a la calle. Se señala que mintió para favorecer la maniobra de "plantar" el revólver y ensuciar a las víctimas.
Agente Rodrigo Emanuel Toloza: era dupla de Martínez aquella madrugada. También se lo acusa de haber mentido con el falso relato del automovilista testigo con la idea de engañar a la Justicia y favorecer a sus colegas policías.
Comisario inspector Juan Antonio Gatica: ya en Jefatura, aquella madrugada del 6 de agosto se habría enterado de cómo ocurrió todo realmente de parte de los principales cuatro policías involucrados, Gomez, Alarcón, Esquivel y Martinez. Pese a esto, no denunció nada en tiempo y forma.
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