Boqueteros: un millonario golpe planificado en extremo

A más de 15 millones de pesos, en valor de mercado, asciende el monto del botín que un grupo de boqueteros se llevó de un depósito ubicado en el Centro de la ciudad de Córdoba.

Al menos 20 motos eléctricas (scooter) y 120 monopatines HT se robaron en un golpe cuyas características han llamado mucho la atención de los investigadores de Robos y Hurtos de la Policía. Por ahora, no hay detenidos ni demasiadas pistas sobre quiénes están detrás de este suculento robo.

Todo se descubrió este lunes, alrededor de las 10, cuando el encargado del depósito ubicado en calle Santiago del Estero 379 (a pocos metros del Hospital de Urgencias) llegó al lugar y se topó con la desagradable sorpresa.

A simple vista, desde afuera nada hacía pensar que habían sido saqueados. Las dos puertas ventanas metálicas estaban cerradas y la puerta principal tenía dos candados que daban hacia la calle. 

Pero apenas los abrió, este encargado se dio cuenta que del lado de adentro faltaban otros dos candados. A poco de comenzar a caminar adentro, hacia la derecha, se topó con un boquete de unos 80 centímetros de ancho por 40 de alto. En esa zona, el centro de manzana da hacia la antigua base de la Guardia de Infantería de la Policía, hoy destruida. 

A simple vista, en encargado notó el faltante de 20 scooter eléctricos City Chopper (motos eléctricas), cuyo valor de mercado asciende a los 250 mil pesos y 120 monopatines HT, también con un valor de mercado de más de 100 mil pesos. 

Sobre estos últimos, el denunciante aclaró que la firma (El Palacio del Rodado) es la única importadora que los comercializa en Córdoba, un dato que los investigadores han valorado al momento de comenzar a rastrear su posible venta ilegal.

Los ladrones también se llevaron una amoladora y un percutor eléctrico, herramientas con la que se sospecha fueron rompiendo los candados internos.

Pero esto no fue todo. Apenas se dio cuenta del boquete y el robo millonario, el encargado fue a buscar las grabaciones de las cámaras de seguridad internas. Pero los ladrones también se habían adelantado: rompieron una puerta de madera que daba a un baño y allí encontraron escondido el DVR o memoria de las cámaras, al que se robaron. Y hasta tuvieron tiempo para desenchufar dos cámaras.

O sea: un millonario golpe boquetero planificado en extremo. Con datos demasiados finos y una logística más que elaborada.

Desde que se radicó la denuncia, alrededor de las 13 de ayer, los sabuesos de Robos y Hurtos que trabajan bajo órdenes del fiscal Guillermo González han comenzado a rastrear toda la zona. Un sector degradado del Centro cuya fisonomía cambia por completo cuando la luz del sol se va. Y que los fines de semana suele mostrar una orfandad alarmante. 

En ese punto, no pasa inadvertido en la causa que todo se descubrió tras el fin de semana largo de Pascuas. Por eso, se intenta dilucidar, a través de las cámaras de seguridad de las inmediaciones, si el robo se produjo en un sólo momento o en diferentes etapas. Un golpe directo o un trabajo delictivo tipo hormiga.