Cayó de nuevo el ladrón de countries que pidió perdón

Los datos oficiales indican que Rodrigo Agustín Moya tiene 23 años, que aún no formó pareja, que dejó el colegio secundario en tercer año, que siempre vivió con sus padres en barrio Villa Revol, de la ciudad de Córdoba, y que el único trabajo legal que tuvo hasta ahora fue en el quiosco familiar.

Su biografía es más discreta que su prontuario: en marzo 2021 fue condenado por cinco robos, además de dos hurtos y tres encubrimientos. Para lograr quedar en libertad, en aquel momento el joven agachó la cabeza, pidió disculpas a cada una de las víctimas y ofreció una reparación económica. Dijo haber estado arrepentido. 

En los Tribunales de Córdoba quedó señalado como un precoz ladrón de countries, bajo una modalidad hasta entonces poco usual en la ciudad: inhibía las alarmas de los autos, les robaba las tarjetas de acceso a los barrios cerrados, se las cambiaba por una apócrifa y dejaba los vehículos como si nunca hubieran sido violentados. Luego, con otros cómplices, ingresaban en esas urbanizaciones custodiadas haciéndose pasar como propietarios con el objetivo de entrar a robar en los domicilios. 

La investigación que llevó adelante el fiscal Juan Pablo Klinger logró demostrar que Moya estaba atrás de al menos nueve casos de este tipo en un lapso de 15 días.

Entre el 16 y el 31 de julio de 2021, Moya y otros cómplices comenzaron a desplegar un aceitado plan criminal. En un Peugeot 2008 y en un Citroën C4 a los que les habían colocado patentes apócrifas, aguardaban en las afueras de los principales countries de la ciudad a que saliera algún propietario. Comenzaban a seguirlo hasta que estacionaba. Era entonces que le inhibian la alarma del rodado o directamente le rompían una ventanilla. 

Los ladrones iban directo a robar la tarjeta de acceso al country. Se la reemplazaban por una similar. Aquellos que habían sido inhibidos, ni se enteraban del cambio y al regresar a sus domicilios se topaban con que sus tarjetas ya no funcionaban, por lo que solicitaban un cambio en la administración. Nada más.

Aquellos que habían sufrido alguna rotura y advertían el faltante de algún objeto de valor, tampoco sospechaban del cambio de tarjeta. También pedían su reemplazo cuando regresaban a sus casas y los plásticos no funcionaban.

En ninguna de los casos se imaginaban del cambio.

Los ladrones, con estas tarjetas, iban casi de inmediato a los countries e ingresaban por el sector de los propietarios, sin ningún control. Una vez adentro de las urbanizaciones, comenzaban a dar vueltas hasta que advertían que algún vecino se iba. Era entonces que aprovechaban para ingresar en esas viviendas, que por lo general no suelen quedar con grandes medidas de seguridad. Allí, sacaban todo lo que encontraban de valor y volvían a salir por la guardia, como si fueran propietarios. 

Una aclaración: no robaban en las casas de los automovilistas a los que les cambiaban las tarjetas, sino que a estos sólo los seguían con el objetivo de hacerse de esos pases.

Pero apenas quedó en libertad en 2021, Moya otra vez volvió a las andanzas, según se sospecha a nivel judicial. Hace pocas semanas, la fiscal Lourdes Quagliatti lo mandó a juicio junto a tres cómplices, acusado de tres episodios de robo calificado por el uso de llave falsa u otro instrumento semejante y violación de domicilio; tentativa de robo calificado, todos en barrios cerrados de la ciudad de Córdoba.

Según la causa, los sospechosos habían robado propiedades ubicadas en countries de la Capital cordobesa contando, para ello, con la colaboración de personal que cumplía funciones en esas urbanizaciones y en diferentes domicilios. 

"Según la prueba recabada, los imputados estudiaron los mecanismos de seguridad para el ingreso y egreso al barrio y utilizaron, para la comisión de los hechos, diversos vehículos como medio de movilidad, a los que colocaron chapas patentes apócrifas. Se comprobó, también, que para lograr sortear el ingreso a los barrios cerrados los sospechosos clonaron o hicieron clonar tarjetas magnéticas", se indica en la acusación.

"Una vez adentro -continúa-, los autores ingresaron a los domicilios siniestrados, reduciendo, mediante amenazas, a sus habitantes, sustrayendo así dinero y objetos de valor, egresando por el mismo puesto de guardia por donde previamente ingresaron, valiéndose para ello de las misma tarjetas falsas antes utilizadas para ingresar".

Los casos ocurrieron el 9 de abril de 2021, el 25 de junio del mismo año y el 20 de agosto siguiente, todos en urbanizaciones de la zona sur de la ciudad.

En las últimas horas, el Juzgado de Control 2 de Córdoba confirmó la elevación a juicio contra los cuatro acusados. ¿Moya volverá a pedir disculpas y a decir que está arrepentido?