Con dos pequeños niños, fueron a robar carteles

Muchas veces, la inseguridad revela mucho más de lo que alcanza a contar una típica crónica policial. La noticia dura, áspera, indica que el sábado último a la mañana, dos jóvenes fueron detenidos a la salida de la Capital cordobesa, en la autopista Córdoba-Rosario, cuando fueron sorprendidos desguazando un cartel de la vía pública. 

Pero hay algo más profundo en esta historia. Algo que trasciende lo penal para mostrarnos, como un cachetazo social, cómo se ha gestado una degradación comunitaria en diferentes sectores de la ciudad de Córdoba.

Sucede que los detenidos, de 29 y 22 años, no estaban solos al momento de robar los cables. Habían ido junto a una nena de 8 años y un niño de 6, hijos del más grande de ellos. Incluso, aprovechaban las bicicletas de los pequeños para ir atando los caños que iban robando del cartel que estaban partiendo en varios pedazos.

Cuando llegó el primer móvil del Comando de Acción Preventiva (CAP Rural) de la Policía, no hubo vergüenza entre los ladrones: el de 29 se aferró a sus hijos y comenzó a gritar que si él no los soltaba los policías no lo podían llevar detenido. La escena, contarían luego los uniformados, terminó por ser miserable, en todo sentido.

Al final, los dos mayores fueron conducidos hacia adentro del patrullero y luego puestos a disposición de la Justicia. Los niños, en tanto, se quedaron allí, junto a otros uniformados, mientras veían como a los adultos se los llevaban detenidos. Fue necesario contactar a una abuela, en barrio Villa Boedo, para ponerlos, aunque sea en apariencia, a resguardo.

Informe de Juan Federico.