Incendio en Córdoba
13/07/2023 | 09:00
Redacción Cadena 3
Juan Federico
Hace casi dos años, a las 5.30 de la fría madrugada argentina de aquel 29 de julio de 2021, la cordobesa Dayana Sánchez ingresaba en el libro grande de la historia del deporte argentino. En el otro extremo del mapa, subía al ring de Tokio para transformarse en la primera boxeadora en representar al país en un Juego Olímpico.
"Llegó el día", posteó en su Instagram. No se trataba de una frase de ocasión, de un cliché simple en busca de likes. Resumía la escalera de su vida.
Pese a cayó ante la turca Esra Yildiz por puntos, en la categoría hasta 60 kilos, la sonrisa de satisfacción nunca se le fue del rostro. Acababa de cumplir un sueño para el que tuvo que ascender varios peldaños, algunos demasiados arduos.
Ni antes ni después nada fue fácil para ella. Junto a su hermana mayor Leonela forjaron una carrera impresionante en el mundo amateur del boxeo femenino. Fue su padre, un exboxeador, el que las llevó de pequeñas a un gimnasio, donde las comenzó a entrenar en las rudezas de este deporte luego de que ellas les insistieran para que las preparara.
Entonces, alquilaban en barrio Talleres, de donde se fueron luego de diversas intimaciones y tras una causa judicial que las tuvo como protagonistas y que en su momento causó mucha preocupación en la ciudad. El carácter áspero del progenitor las marcó en todo sentido.
Años después, junto a la mamá y una hermanita, las mujeres lograron empezar por cuenta de ellas. Al mismo tiempo, Leonela y Dayana habían ido a buscar un nuevo entrenador.
Las carreras deportivas de las hermanas Sánchez las había catapultado a un reconocimiento local pocas veces visto para las mujeres que practicaban este deporte. Acaso Carolina "Chapita" Gutiérrez y la cordobesa por adopción Alejandra "Locomotora" Olivera habían ayudado a abrirles un poco más el camino.
El Gobierno les dio, entonces, una vivienda en el barrio social Ciudad Juan Pablo Segundo, donde ellas se instalaron hace ya largo tiempo. La misma casa que en la madrugada de este jueves terminó por convertirse en una trampa de fuego para Dayana.
Sobre una de las paredes, los vecinos pintaron un impresionante mural en honor a las dos hermanas. Ocurrió en 2019, luego de que ambas regresaran de los Juegos Panamericanos de Lima con relucientes medallas colgadas del cuello: Leonela obtuvo la de oro; Dayana, la de plata. En una de las pintadas, aparecen con las preseas; en otra, las dos juntas, de pequeñas, con los puños dispuestos a dar pelea, como siempre.
Cuatro años antes, en Toronto 2015, la más chica de las hermanas había logrado otra medalla de plata. En aquel entonces, a los 21 años, se había convertido en la primera boxeadora en ganar una medalla panamericana. Fue justo antes de subir a ese ring canadiense cuando se animó a contar el flash de su vida: "No teníamos techo, pero nunca nos faltaron la comida ni el pan. Pienso dónde estoy y no me creo el cuento. Estoy en Canadá, en un Juego Panamericano".
Las hermanas habían forjado su pasión por el boxeo en el amateurismo. Siempre habían buscado retrasar el ingreso al campo profesión, por el dinero, para disfrutar los desafíos de las competencias internacionales.
Toronto, Lima y Tokio fueron los pasajes que Dayana obtuvo a fuerza de perseverancia. Leonela también marcó su pasaporte varias veces con sellos de diferentes países.
No sólo debieron sobreponerse a los golpes de la vida familiar. En diciembre de 2019, ambas dieron positivo de furosemida en un control realizado mientras se entrenaban con el seleccionado argentino en Buenos Aires. Habían consumido un quemador de grasas para intentar perder peso más rápido: no sabían que este componente tenía sustancias prohibidas.
La Comisión Nacional Antidopaje las sancionó hasta mayo de 2021. Se quedaron afuera de toda clasificación a los Juegos Olímpicos. Todo se había derrumbado para ellas. Hasta que sobre la hora de la competencia mundial, Dayana recibió una invitación inesperada por parte del Comité Olímpico, que a último momento tuvo que ampliar el número de competidoras en boxeo femenino.
Ya con el sueño cumplido, tanto Leonela como Dayana habían decidido pasar al campo rentado a finales de 2021. Pero no fue posible.
Al regreso de Tokio, recibieron otro golpe en la mandíbula que las arrojó al suelo: en noviembre de ese año, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) recurrió la sanción local y el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) dictaminó que las cordobesas no iban a poder pelear por cuatro años.
A la edad de ellas, significó una abrupta despedida del boxeo.
Ahora, en la terapia intensiva del Instituto del Quemado, Dayana se enfrenta a otro desafío. Se trata de la pelea más difícil de su vida. Y, como lo hizo desde pequeña, ya le está dando batalla.
/Inicio Código Embebido/
Mirá también
/Fin Código Embebido/
Te puede Interesar
Tragedia
Sucedió en la madrugada de este jueves en la vivienda que la deportista tiene en barrio Juan Pablo II. La víctima, de 30 años, se encuentra internada en el Instituto del Quemado.
Fuego fatal
Una vivienda se incendió por completo en barrio Ampliación Poeta Lugones y dejó en la calle a una mamá con sus dos hijos de 16 y 8 años. En ese siniestro perdió la vida un menor de 11 meses.
Terrorismo en Argentina
La ceremonia que rememorará el histórico ataque contra la Asociación Mutual Israelita Argentina será este domingo en el Teatro Comedia.