En medio de una batahola en el Parque Sarmiento, atacan a una mujer policía

El relato escrito en un extenso parte policial diario, interno, asombra. Describe, con varios detalles, una batahola masiva que ocurrió el pasado domingo a la tarde en el Parque Sarmiento de la ciudad de Córdoba. Varones y mujeres peleando en medio de familias que intentaban disfrutar de una tarde al aire libre.

Pero no es sólo una crónica policial. Se trata de una pintura social que delata una degradación alarmante y que puede, de algún modo, anticipar tiempos no tan futuros.

De acuerdo a las fuentes policiales consultadas, todo ocurrió alrededor de las 18 del domingo. En pleno Parque Sarmiento, cerca de calle Deodoro Roca, a metros de la comisaría 4ª, la base de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) y del edificio de los Tribunales Federales, los jóvenes comenzaron a pelear con golpes de puños y patadas.

"Se habían citado allí", agregó uno de los informantes.

Y agregó un dato: "La mayoría eran mujeres".

Cuando llegó el primer patrullero, una parte se dispersó. El policía dejó asentado: "Parecían cerca de 100 jóvenes". La cifra nunca pudo ser chequeada.

Lo concreto es que en el lugar se quedó un grupo más reducido, aún exaltado. Una joven de 16 años gritaba e insultaba a los policías. Arengaba al resto a atacar a los uniformados. Y mostraba un anillo con "puntas". Un anillo listo "para desfigurar" en medio de una pelea. "¡Les voy a cortar la cara!", continuaba gritando a sus contrincantes, sin importarles que ya estaba la Policía en el medio.

Fue necesario que los policías convocaran a colegas mujeres para poder demorar a esa adolescente. Pero ella se resistió. Fue ingresada en un patrullero, mientras el resto del grupo rodeaba y atacaba al móvil en un intento para liberarla. Incluso, un cascotazo impactó en el parabrisas del vehículo.

Una mujer policía terminó golpeada, con el uniforme rasgado y traumatismos leves de tórax y en una mano.

La joven finalmente fue conducida a una unidad judicial. Y allí, llamaron a sus padres para que la fuera a retirar.

"¿Qué está pasando para que todos estos chicos no paren ni cuando aparecemos nosotros?", se preguntaba un policía.

En ese sentido, fuentes policiales que patrullan a diario las calles cordobesas remarcaron que este caso ha llamado la atención porque sucedió en pleno Parque Sarmiento, un domingo a la tarde. "Pero en los barrios lo vemos a diario, están todos muy violentos y después se las agarran con nosotros", agregó un experimentado uniformado.

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Un veloz repaso por las noticias recientes permiten encontrar algunas pistas de esta realidad en Córdoba: playeros golpeados por no cargar gas a un auto sin la correspondiente oblea; sillazos y mesas arrojadas por los aires en medio de otra estación de servicios; y un joven que cayó al vacío mientras intentaba escapar de una golpiza a las afueras de un boliche de Nueva Córdoba.

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No hace falta ni siquiera detenerse en el escándalo conocido en las últimas horas: tres policías presos por golpear y robarle a un joven al que acusaban, de manera falsa, de haberles robado un celular en medio de un baile. La mal llamada "justicia por mano propia" ejecutada por aquellos que están mandados a ser auxiliarles de la Justicia.

En síntesis: el escaso respeto (o apego) por las instituciones. Algo más que un síntoma de la descomposición social.

Informe de Juan Federico.