Narcotráfico en Córdoba
18/01/2024 | 09:00
Redacción Cadena 3
Juan Federico
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La trama narco detrás del doble asesinato de Marqués Anexo
Nadie supo explicar qué le pasó. La medianoche del viernes 27 ya había trocado al sábado 28 de octubre pasado cuando un estruendo sobresaltó a los vecinos que ya intentaban conciliar el sueño.
Sobre calle Mackay Gordon al 4750, entre los barrios Hipólito Yrigoyen y Mariano Fragueiro, el conductor de un Renault 18 perdió el control y terminó por impactar contra un utilitario Renault Trafic, sin ocupantes, que se encobraba estacionado.
Al llegar la Policía, los agentes no tardaron en advertir, adentro del Renault 18, un puñal de 15 centímetros, 144 envoltorios con cocaína, 51.690 pesos, un celular, una barreta y un bolso. El conductor, identificado como Edgar Javier Rodríguez (27), fue detenido en el acto y se le dio intervención a la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), siempre según se informó en aquella oportunidad.
Su abogado acordó un juicio abreviado y salió con una condena condicional, ya que no tenía antecedentes hasta entonces.
Ya antes de la última Navidad volvió a su casa ubicada en uno de los extremos de Marqués Anexo, casi al frente -vías de por medio- del lugar donde había chocado.
Fue allí que el pasado viernes lo mataron de dos balazos. Junto a él cayó muerto, también a tiros, otro vecino, Víctor Fabián Díaz (51).
El concuñado de Rodríguez, un joven identificado por la Policía como Ezequiel Cabrera, permanece detenido desde entonces, acusado del doble crimen.
Si bien en un principio, a partir del relato de las esposas de los fallecidos, había trascendido que la balacera había sido consecuencia del robo del estéreo de un auto o por el reproche ante un tiroteo previo a una iglesia, en esa zona de Marqués Anexo se habla de otra realidad.
Se trata de un sector que edificado en la curva que conecta la calle Miguel de Mojica con las vías del tren, muy cerca de unos de los viaductos de la Circunvalación. Allí, al final de ambas calles, se levantó un pequeño barrio dentro de otro. A través de una calle de tierra es posible acceder a un universo que a simple vista no se observa desde el tránsito de todos los días.
Viviendas a las que no les sobra nada aparecen en medio de una serie de quioscos cuyo número no deja de llamar la atención por la desproporción en cuanto a las familias que allí viven. Poco más de 200 metros que tienen su propia dinámica.
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A partir de fuentes que siguen bien de cerca la investigación más el testimonio de vecinos, Cadena 3 ha reconstruido cuál habría sido la trama detrás de este doble crimen.
Todo comenzó a escribirse en la madrugada del jueves pasado, cuando un desconocido forzó el auto que Cabrera acababa de estacionar frente a su casa. El joven acababa de llegar cuando una vecina le avisó del robo.
A la mañana siguiente, increpó a un muchacho que vive a unos 150 metros de allí, al frente de las vías. Se trataba de uno de los hijos de Díaz, a quien los vecinos sindican como "problemático". Pero asocian su conducta a un presunto consumo de drogas.
"El 'pipazo' acá también es tremendo. Están todos con eso", resumió un viejo conocedor del barrio.
Cocaína mezclada con otras sustancias que es quemada e inhalada, en busca de un efecto similar al del paco: una "subida" veloz que desaparece pronto y que obliga a varias dosis en un mismo día.
Una droga en apariencia barata que termina por convertirse en bastante cara. Consumidores consumidos que salen a buscar el dinero para comprar más sin importarles de dónde lo sacan.
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¿Qué le robaron del auto a Cabrera? Por el momento para los investigadores el asunto figura entre lo inconfesable. Dinero y acaso algo más. Esta es la sospecha principal que guía la causa. Porque ya se descartó que haya sido un estéreo.
"Hace tiempo que no se roban más los estéreos", apuntó un sabueso policial.
Lo concreto es que Cabrera cruzó el jueves a la mañana al joven Díaz y lo golpeó. La situación no pasó a mayores, aunque en el aire quedaron las amenazas cruzadas.
Pasaron las horas y llegó la noche. Y fue entonces que Víctor Fabián Díaz (51) caminó hacia el interior de esa curva. Algunos dicen que iba con una escopeta recortada, pero en la causa aún no figura eso, sino que aparece como desarmado.
Sí se estableció que Díaz se paró al frente de la casa de Cabrera y comenzó a increparlo por la golpiza a su hijo. A los gritos, le exigía que saliera a la calle.
Cabrera sólo se asomó hasta el portón. Pero se quedó del lado de adentro de su casa.
Las amenazas a viva voz pudieron en alerta al resto del vecindario.
Rodríguez fue uno de los que se asomó a ver qué sucedió. No sólo porque vivía al frente de la casa de Cabrera, sino porque este era familiar suyo. Y decidió interceder. Salió, caminó hacia el lado de Díaz y le pidió que se calmara.
"Desde que salió de la detención después del choque, decía que quería cambiar. Se había puesto a soldar y no se lo veía en problemas", apuntó otro vecino de la cuadra.
Pero haber intermediado en aquella discusión terminó por costarle la vida. Es que en ese momento comenzaron los disparos. Y tanto él como Díaz cayeron malheridos, con dos balazos cada uno.
Si bien alcanzaron a ser trasladados a dos hospitales, ambos murieron a los pocos minutos.
Hasta ahora los peritajes indican que los balazos salieron disparados de una sola arma y que el tirador se encontraba en el sector donde estaba Cabrera.
O sea: la hipótesis central supone que en su afán de balear a Díaz, Cabrera también terminó por matar -sin intención- a su concuñado, que estaba buscando que todos se calmaran.
Díaz, que supo haber estado en la cárcel, trabajaba en el Centro Operativo de San Vicente, que depende de la Municipalidad de Córdoba. En el barrio algunos aún siembran dudas sobre algunos movimientos que se veían alrededor de su casa.
Para los investigadores, la pista del narcotráfico es clave detrás de esta espiral de violencia. ¿Qué le robaron realmente a Cabrera? ¿Qué vínculo existía entre Cabrera y Rodríguez, además del familiar?
En la causa ya hay testimonios que apuntan hacia un nexo más, también familiar pero, sobre todo, vinculado al narcotráfico.
Una tercera persona que no estaba en la escena al momento de los tiros, pero cuya sombra aparece en toda esta historia moviendo los hilos invisibles en los que se superponen aquel choque de octubre con esta balacera de hace una semana.
Drogas, armas y muerte. Otra vez en los barrios de Córdoba.
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