Lo atacaron a balazos a la salida del Kempes después del partido de Talleres

Otra vez, tiros en los alrededores de un estadio de fútbol de Córdoba. En esta ocasión, un joven de 23 años resultó baleado en sus piernas cuando se desconcentraba la multitud que el miércoles a la noche había ido a presenciar al Estadio Kempes el partido entre Talleres y Barcelona de Ecuador, por la Copa Libertadores.

De acuerdo a los reportes oficiales de la Policía a los que tuvo acceso Cadena 3 -ya que no hubo hasta ahora ningún comunicado al respecto-, F.G.V. (23) denunció que el miércoles a la noche, alrededor de las 21.20, fue atacado a tiros cuando caminaba por el acceso sur del estadio, a la altura del puente Gauss. 

"Manifiesta que momentos en que caminaba por inmediaciones del puente Gauss es abordado por un grupo de sujetos que, según sus dichos, son integrantes de la barra del club Talleres 'La Fiel', quienes, por circunstancias a establecer, le efectúan dos disparos en las piernas", quedó asentado en un primer reporte interno de la Policía.

F.G.V., ya herido, regresó hacia uno de los portones del Kempes, donde solicitó ayuda. Fue trasladado al Hospital de Urgencias donde los médicos constataron que tenía dos heridas de arma de fuego en las piernas y recién en la madrugada de este jueves se fue con el alta clínica.

La causa ya es investigada por el fiscal Horacio Vázquez, aunque hasta ahora no se avanzó en personas identificadas ni mucho menos imputadas. Fuentes judiciales apuntaron que hay varias hipótesis en danza. Entre los diferentes datos que han ingresado, se indicó que una línea de la pesquisa apunta a un ajuste de cuentas derivado del presunto intento fallido de robo de una moto.

No obstante, hasta ahora no ingresó ninguna denuncia con respecto a la supuesta sustracción de un rodado.

Lo que nadie pone en duda, y que ha generado una lógica preocupación oficial, es que había personas armadas al menos en las adyacencias del Kempes. 

La poderosa barra de Talleres, conocida como "La Fiel", ha sido protagonista de diferentes episodios de violencia en los últimos tiempos, sobre todo afuera de las canchas. 

Su cúpula fue condenada por un fenomenal y millonario tráfico de marihuana, mientras que otras células son investigadas en torno a la balacera sindical que se cobró la vida de Gabriela Pérez en un almuerzo que el gremio de la limpieza celebraba en septiembre pasado en el club Yapeyú.

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Quienes siguen bien de cerca todo lo que envuelve a las barras bravas en Córdoba vienen alertando en dos direcciones: el florecimiento de los negocios ilegales en los alrededores de los estadios y, al mismo tiempo, en una tensión creciente en las pujas internas de cada organización, con el viaje a la Copa América de Estados Unidos en el horizonte.

Este miércoles, en las afueras del Kempes, donde el control total depende de la Policía de Córdoba y de la Municipalidad (los guardias privados que contrata el club sólo tienen injerencia dentro del perímetro del estadio) otra vez hubo una fenomenal proliferación de los estacionamientos no oficiales, tarifados y controlados por verdaderas organizaciones que no tienen, en la mayoría de los casos, ningún aval legal para hacerlo. 

"Donde hay un pedacito de terreno, hoy cualquiera arma un estacionamiento y empieza a cobrar lo que quiere. Y se empiezan a pelear entre ellos. La Policía ve todo, pero nadie hace nada", describió uno de los informantes consultados. 

Que en Córdoba otra vez haya tiros en los alrededores de una cancha de fútbol volvió a encender las alarmas en el Cosedepro, el ente que debe velar por la seguridad deportiva. 

Semanas atrás, a fines de marzo, una lucha intestina entre dos facciones de la barra de Instituto derivó en una pelea con balazos a sólo 200 metros de la cancha, justo cuando una multitud estaba ingresando para presenciar un partido por el torneo oficial de Primera. Un joven terminó baleado, aunque los reportes extraoficiales indicaron que hubo al menos dos personas más heridas de bala.

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En ese momento, nadie fue detenido. Pero una investigación posterior del fiscal Iván Rodríguez llevó a la cárcel al líder de Los Capangas, una de las facciones principales de la barra, y su mano derecha.

Días después, el Ministerio de Seguridad de la Nación comunicó que se iba a aplicar el derecho de admisión a más de 50 hinchas, que no podrán ingresar a ninguna cancha.

En Belgrano, en tanto, el escándalo por las bengalas que se encendieron durante el clásico contra Talleres encendió una puja intestinal en la barra medio de las disputas que en ese momento existía dentro de la propia comisión directiva. Más de 200 socios fueron sancionados con la aplicación del derecho de admisión y el club recibió una multa millonaria e inédita.

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Pero ahora, en las reuniones que antes de cada partido el club tiene con el Cosedepro se volvió a peticionar para que aquella sanción fuera morigerada en los inmediato: que la barra pueda volver a llevar instrumentos musicales y que se levantara el derecho de admisión para la mayor parte de los sancionados.

A todo esto, la investigación judicial nunca avanzó en imputaciones. Semanas atrás, un directivo de Belgrano denunció que cuando fue al Kempes a ver el partido entre Boca y River fue golpeado allí por un grupo de barras "piratas". En tanto, en las afueras del estadio de Alberdi aparecieron pasacalles con amenazas. 

Antes, hubo una serie de tiroteos contra la facción que lidera el exjefe histórico de "Los Piratas", Roberto "Loco Tito" Ponce.

También generó mucha preocupación oficial el cruce entre barras de Belgrano y Talleres cuando ambas organizaciones viajaron a Ecuador por sendos compromisos en las copas Sudamericana y Libertadores. Hinchas de Belgrano viralizaron un video en el que cargaban, arriba del avión, a simpatizantes albiazules. Esto provocó una réplica que a nivel judicial se mantiene callada: de noche, presuntos barras de Talleres atacaron a balazos en Córdoba al domicilio de uno de los barras de Belgrano que había sido filmado mientras provocaba arriba del avión.

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