Menor acusado de participar en el crimen de Sebastián otra vez se mostró armado

El adolescente de 15 años, acusado de haber tenido una participación clave en el asesinato Sebastián Villarreal (46), ocurrido en febrero pasado en barrio Yofre Norte, de la ciudad de Córdoba, y que fue liberado por la Justicia de Menores a mediados de septiembre último, otra vez volvió a mostrarse armado en las redes sociales.

En su momento, la investigación por el crimen de Villarreal, fusilado por dos motochoros el pasado 29 de febrero cuando salía en moto de su casa para ir a trabajar, reveló que el adolescente, de entonces 14 años, junto a otro joven de 17 años y dos adultos, formaba parte de una banda dedicada al robo de motocicletas a punta de pistola, según lo dejó asentado en el expediente el fiscal Andrés Godoy.

El más chico de esta banda no era ningún desconocido para el sistema judicial y policial de la provincia. El muchacho ya contaba con múltiples antecedentes en la unidad judicial de Villa Carlos Paz.

Este caso extremo del adolescente de entonces 14 años interpeló (y aún lo hace) demasiado: ¿cómo viajaba en moto cada noche, ida y vuelta, desde Villa Carlos Paz a Córdoba sin ser detectado por ningún control policial? ¿de qué sirvieron las tantísimas veces previas que había sido detenido? ¿qué valoró el juez que sistemáticamente ordenó devolverlo a su casa?

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Los cuatro acusados eran conocidos de sobra del Estado. Porque ya los había tenido bajo su ala. Pero nada impidió que salieran a robar, otra vez. Y a matar.

Luego de ser detenido por el crimen y alojado en Complejo Esperanza, finalmente la jueza de Menores Nora Giraudo firmó su libertad, a mediados de septiembre último. La magistrada indicó en la resolución que la ley actual impide que un adolescente menor de 16 años permanezca en un centro de este tipo.

De acuerdo a la letra fría de la ley, este adolescente que hoy tiene 15 años no es responsable de sus actos. Inimputable.

Por esta misma razón, al ser menor de 18 años, no se puede publicar su identidad ni su rostro ni nada que permita identificarlo.

La jueza determinó que no lo podía dejar alojado en Complejo Esperanza y se dispuso su reubicación en una familia de la zona de Villa Carlos Paz, de donde es oriundo, con prohibiciones de uso de redes sociales y de volver a entablar contacto con otros delincuentes.

Sin embargo, a las pocas horas de su liberación, el adolescente comenzó a publicar en redes sociales fotografías con motos. En una de ella, aparecía con dos armas de fuego en la cintura.

La difusión de esas imágenes generó una nueva controversia.

"Estamos sumamente angustiados, preocupados y realmente decepcionados con el accionar de la Justicia", expresó en ese momento Jimena, hermana de la víctima.

"Esto que había supuestamente detectado la jueza como un cambio en la mirada del joven sobre lo que había hecho no iba a funcionar", agregó.

Y subrayó que advertía "negligencia, falta de tiempo y recursos adecuados" para el tratamiento del adolescente, señalando que la jueza "tomó una medida para que fracasara".

Ahora, los policías que realizan patrullajes cibernéticos, intentando encontrar la pista de potenciales delitos a través de los posteos en las redes sociales, volvieron a detectar a este adolescente armado. Lo ubicaron en una publicación que un amigo de él subió hace pocos días. En la imagen, se lo ve empuñando un arma similar a la que emplearon los asesinos de Sebastián. En aquella oportunidad, la pistola jamás pudo ser encontrada.

En otra foto, se lo observa al mismo adolescente junto a un niño que sostiene dos fajos con billetes de mil pesos.

Las fuentes consultadas advierten, con preocupación, que el adolescente lejos está de haberse rehabilitado. Que continuaría vinculado a bandas dedicadas al robo de motos en el valle de Punilla y en la ciudad de Córdoba.