Pese a que quedaron en primer plano, no dan con los ladrones del country

El grupo de ladrones que ingresó el pasado sábado en dos domicilios de Cañuelas Country Golf, ubicado en la zona sur de Córdoba capital, continúa impune, pese a que los rostros de los delincuentes quedaron filmados en primer plano.

Este doble episodio de inseguridad que se registró el sábado a la noche en dos casas de ese barrio cerrado, cuyos propietarios justo se encontraban ausentes, ha generado una polémica también por duplicado.

Por un lado, los vecinos cuestionan a la guardia privada de seguridad del barrio, ya que los controles fueron vulnerados por los delincuentes.

Tanto el ingreso como el egreso de la banda no fue registrado por los vigilantes, y tampoco el movimiento adentro: robaron en dos domicilios que están alejados entre sí.

Esto, pese a que se detectó que los ladrones ingresaron tras cortar un cerco perimetral que da hacia un canal, en proximidades del predio de un colegio. Se trata de uno de los pocos sectores con alambrado que tiene el barrio, ya que el resto del cerco está conformado por un muro.

De acuerdo a la reconstrucción, los delincuentes cortaron el alambre e ingresaron al barrio. En teoría, allí hay alarmas con sensores que debieron advertir la vulneración.

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Desde la Administración se indicó a los vecinos que se están analizando "las grabaciones de las cámaras de seguridad en el sector, así como la revisión del desempeño del operario de seguridad encargado de la visualización de las cámaras en el búnker de seguridad". Para ello, se le ha solicitado a la empresa Watchman, encargada del cuerpo de vigilancia, los informes correspondientes.

Al mismo tiempo, llama la atención el profundo conocimiento interno que demostraron tener los delincuentes. Cuando ingresaron, no fueron a la primera casa con la que se toparon, sino que caminaron cuatro cuadras hasta llegar a un domicilio cuyos propietarios acababan de retirarse. Allí, fueron directo a un escritorio, donde suele guardarse dinero. Ignoraban que los dueños habían colocado una cámara oculta, por lo que los rostros de los ladrones quedaron perfectamente filmados.

En esas grabaciones se observa cómo un miembro de la banda parece comunicarse con alguien a través de un pequeño auricular. De esta manera se explica la precisión con la que actuaron: se fueron de esa casa justo cuando los propietarios regresaban por la guardia.

De allí, los ladrones se fueron a otra casa que ya habían elegido de antemano, ya que no se encontraba cerca del primer blanco. Caminaron por el barrio sin ser advertidos por ningún guardia e ingresaron a robar sin problemas: los dueños también se habían retirado.

Luego, ya con todo el botín (millonario, entre pesos, dólares y alhajas) escaparon por el mismo lugar por el que habían entrado.

Pese a que los rostros de los ladrones quedaron perfectamente filmados, hasta ahora no hay detenidos.