Una curandera, en la trama del fatal asalto en Malagueño

A una semana del crimen de Julio Prudencio Toranzo (61), el casero ejecutado de un balazo en la cabeza en medio de un robo en una estancia de la localidad de Malagueño, el fiscal Ricardo Mazzuchi ya tiene cuatro detenidos, un quinto acusado con pedido de captura y varias pistas.

El lunes de la semana pasada, minutos después de las 13, Toranzo fue asesinado en su casa ubicada dentro una estancia emplazada en la zona conocida como "La Lagunilla", sobre la ruta provincial S376, a unos tres kilómetros de la planta Holcim.

Se trata de un territorio enorme: alrededor de dos mil hectáreas, en las que han sido emplazados el casco principal, la vivienda de los caseros, establo, diferentes cultivos y hasta un cementerio privado. 

Ubicada en un lugar alejado de la localidad, hasta esta estancia se llega por diversos caminos rurales, de tierra. Para arribar, hay que hacer un buen recorrido, por lo que se presume que los delincuentes, que se movilizaban en tres motos, conocían esa zona.

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A punta de pistola, en contados segundos los cuatro ladrones coparon la vivienda de los caseros. Bajo amenazas de muerte, comenzaron a exigir dólares y dinero en efectivo, además de otros objetos de valor.

Fue entonces que la banda dividió a la pareja. Mientras un grupo sometía a Toranzo a toda clase de golpes y amenazas, su mujer fue conducida a una habitación, donde la maniataron y la taparon con una sábana.

Ella se encontraba allí, inmovilizada, cuando de pronto escuchó el sonido de un balazo. Luego, advirtió que los ladrones apuraban el paso y encendían las motos, señal de que huían.

Cuando al fin logró desatarse, corrió hacia una habitación contigua, donde encontró a su marido asesinado: lo habían ejecutado de un balazo en la nuca.

Tras recorrer un kilómetro y medio, la mujer logró llegar hasta una estancia cercana, donde pidió ayuda y alertaron al 911 de la Policía. Cuando los primeros agentes llegaron hacia el domicilio donde se produjo el asalto, constataron que Toranzo efectivamente había sido asesinado.

De acuerdo a un primer recuento que realizó su mujer, los ladrones huyeron con 100 mil pesos en efectivo y una carabina.

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La casa de los caseros, que se terminó por convertir en la escena del crimen, está apartada del casco de la estancia. Se cree que los delincuentes llegaron hasta allí tras forzar una tranquera que conduce a un camino rural que desemboca en el sector donde está el monumento de Myriam Stefford, a la vera de la autovía de la ruta provincial 5, en dirección a Alta Gracia.

El dato sobre el real recorrido que trazaron los ladrones para llegar y luego huir de allí terminó por ser una de las claves de la investigación: este domingo temprano, los sabuesos de la división Homicidios de la Policía de Córdoba allanaron diferentes domicilios ubicados en Alta Gracia y detuvieron a cuatro sospechosos. Fueron imputados de homicidio en ocasión de robo.

Durante días, los investigadores trabajaron sobre ellos: se corroboró que la mujer de uno de los ahora detenidos intentó vender, a las apuradas, una moto.

En este rompecabezas criminal podría ser central el rol de una curandera. Siempre según surge de la causa, semanas antes, Toranzo y su mujer la habían contratado, ya que ella sufre Parkinson. Ante esto, la curandera fue hasta el domicilio de la pareja para realizar un "trabajo" de sanación. Al terminar el mismo, vio cómo Toranzo iba hacia una habitación y regresaba con dinero en efectivo para pagarle.

"Esta mujer (por la curandera) creyó entonces que la pareja guardaba importantes sumas de dinero en su casa, algo que no era cierto", acotó un investigador.

La curandera -de acuerdo a la hipótesis- le contó a un conocido sobre el dinero que creía que tenían los caseros. 

Y fue este hombre el que habría puesto en aviso de los delincuentes que finalmente el lunes pasado fueron hasta allí a robar. 

Cuando este domingo se ordenaron los allanamientos para dar con los sospechosos, los investigadores también fueron a la casa del supuesto entregador,  ya que el fiscal ordenó su detención. Sin embargo, el hombre ya no estaba allí. Quedó en calidad de prófugo.