Utilizaban lavaderos para esconder autos robados

"Operativo Relámpago Azul". De esta manera los investigadores de la división Sustracción de Automotores de la Policía de Córdoba denominaron la larga investigación que en las últimas horas de este miércoles derivó en una serie de allanamientos en diferentes puntos de la Capital cordobesa.

Bajo directivas de la fiscal de Distrito 3 Turno 4, Claudia Palacios, los pesquisas fueron tras una banda que ocultaba autos robados utilizando a lavaderos como "pantallas", según se presume.

En total, ya hay 21 detenidos y se secuestró una importante cantidad de "cuños" para adulterar los registros de los vehículos robados.

De acuerdo a la información oficial, un grupo delictivo compuesto por varones y mujeres "se organizaba para el robo, desarme y venta de esos autos con documentación apócrifa,  los que mayoritariamente eran sustraídos en la vía pública, para ser ''enfriados'' por un determinado tiempo usaban lugares como casas particulares, talleres mecánicos, cocheras o lavaderos de autos, hasta poder comercializarlos o desarmarlos para su venta como autopartes".

Se trató de una investigación paciente y hermética, para evitar cualquier paso en falso que pusiera en aviso a los sospechosos. De esta manera, los policías lograron determinar que esta organización falsificaba la documentación de los vehículos para venderlos como autos legales.

"También se pudo verificar que ciudadanos comunes hacía desaparecer sus autos para cobrar los seguros pertinentes estafando al mismo", agregó un informante.

Tras casi ocho meses de investigación, en el anochecer del miércoles, la fiscal Palacios ordenó ejecutar 43 allanamientos en el ámbito de la ciudad de Córdoba.

En total, hubo 21 detenidos imputados por asociación ilícita, estafa y tenencia ilegal de arma de fuego, entre otras figuras penales.

Si bien no trascendieron las identidades, las fuentes sí indicaron que entre los capturados figuran los presuntos cabecillas y operadores de la banda.

En los operativos se secuestraron siete automóviles, varias autopartes, 45 teléfonos celulares, seis notebooks, dos tablets, varios pen drives, dinero en moneda nacional y extranjera y tres armas de fuego, entre otros elementos con valor para la investigación.

En ese punto, los pesquisas valoraron como muy importante el hallazgo de 152 cuños (grabador de números de motor) y dispositivos “ECU” (utilizados para abrir y dar arranque a los autos).

Ahora bien, ¿por qué se denominó "Operativo Relámpago Azul" a esta investigación? Los investigadores, a través de los seguimientos efectuados durante meses, habían comprobado que la banda no se movía los días de lluvia. Y el miércoles llovió bastante en Córdoba. Fue entonces que se decidió diagramar todo el procedimiento para las últimos horas de ese día, con la idea de encontrar a los sospechosos quietos, en sus domicilios. Un relámpago policial que obligó a coordinar en sólo minutos a cientos de uniformados que fueron llamados de un momento a otro para ir a allanar.