Gustavo Nievas, exfiscal condenado por coimas. (Archivo)
La placa, meses atrás.
Hoy, la placa del estudio de la abogada Zulberti ya no está.

Estafas

Zoe azul: un fiscal condenado por coimas, en escena

04/04/2022 | 08:54 | Defendió a la principal acusada en el comienzo de la causa. Fue socio de ella en un estudio jurídico. No aparece entre los imputados.

Redacción Cadena 3

Gustavo Nievas tiene un dudoso mérito: ser el primer fiscal cordobés en ser condenado por cobrar coimas.

En 2008, la Cámara 6ª del Crimen lo sentenció a cinco años de prisión por corrupción luego de un largo proceso que se inició en 2004 con una denuncia formulada por Félix Navarro, un comerciante que lo acusó de haberle pedido 4.500 pesos (al cambio de aquella época, representaban cerca de 1.500 dólares) para gestionar la liberación de uno de sus hijos, detenido por un presunto robo calificado.

La condena tuvo doble efecto histórico: el primer fiscal condenado por corrupción y, al mismo tiempo, el primer caso en el que jurados populares dictaminaban contra un funcionario judicial.

Tras aquel fallo, Nievas marchó a una celda de la cárcel de Bouwer. En abril de 2010, el Tribunal Superior de Justicia redujo la pena a cuatro años y medio de cárcel y a tres años y ocho meses de inhabilitación para ejercer cargos públicos.

El viernes 13 de mayo de 2011, Nievas dejó la cárcel y comenzó a gozar de la libertad condicional.

Hoy, su pena ya expiró y Nievas se dedica a la abogacía, desde el ámbito privado, donde suele presentarse como "ex fiscal".

Desde que terminó detenido, Nievas asumió un notable perfil bajo. Su nueva vida, en el ámbito privado, lo encontró lejos de las noticias. Pero en los primeros días de este marzo, su nombre volvió a resonar de manera pública: apareció como el primer abogado defensor de la abogada María Eugenia Zulberti, una de las principales detenidas e imputadas en la causa conocida como "Zoe azul".

En la causa se investiga una defraudación millonaria en forma de pirámide: un grupo de personas que le ofrecían a los policías jugosos intereses mensuales si "invertían" con ellos. O sea, los policías debían dejar una suma importante de pesos o dólares y comenzaban a percibir intereses. Y, al mismo tiempo, comenzaban a llamar a otros policías o familiares, por lo que la masa de "inversores" comenzó a aumentar de manera significativa.

En los dos primeros meses los organizadores cumplían y pagaban los intereses prometidos. Los "inversores" se emocionaban y buscaban aportar más dinero o atraer a más personas. Pero luego, los pagos comenzaban a postergarse de manera cíclica, siempre de acuerdo a lo que se investiga. Una suerte de "Zoe azul", según el paralelismo que trazó un investigador en obvia referencia al enorme desfalco articulado en torno a la firma Zoe.

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Tras la detención de Zulberti, el exfiscal Nievas ensayó una defensa pública en declaraciones periodísticas. Dijo que la investigación establecía que “armaban mesas clandestinas de dinero, gente que trabajaba en la Policía y se estafaban entre ellos”.

Y agregó que “el común denominador es que decían que trabajaban con la doctora Zulberti, y ninguno de los damnificados le conoce el rostro, ni firmó ningún acuerdo, ni tiene recibos firmados por ella. Lo único que tienen es la invocación de su nombre por parte de un grupo de delincuentes que armaron mesas de dinero clandestinas, que después de que lograban de hacerse de esos dineros, amenazaban a las víctimas para que no les reclamaran”.

De acuerdo a lo que consta en la investigación, Nievas y Zulberti han sido socios en el mismo estudio jurídico.

Zulberti, una expolicía con aceitados vínculos dentro de la fuerza (estuvo en asuntos sociales, entre otras áreas) tenía su estudio en un domicilio de calle Cornelio Saavedra, en barrio Marqués de Sobremonte. Hoy, la placa que lo identificaba ya no está. Sí continúan firmes las cámaras de seguridad.

La mujer, que permanece detenida desde el 8 de este mes, intentó viajar a Europa a fines del año pasado, idea que la Justicia logró frustrar a último momento.

En España viven sus dos hijos, a los que envió meses atrás. Estos viajes ahora están siendo investigados, en lo que se empieza a denominar como "la conexión Europa" en esta causa. "Se está analizando el movimiento financiero de esta abogada", confió una fuente.

Zulberti es socia fundadora de la Fundación Mayeutica, cuya sede ubicada en Arturo M. Bas al 100 también fue allanada el viernes pasado.

A través de la "pista Zulberti", la investigación llegó a la familia Juncos, conformadas por generaciones de sangre azul.

Se trata del actual comisario y jefe de Logística de Transporte de Investigaciones, Héctor Juncos, un hermano también policía, el oficial Luciano Juncos, y el padre de ellos, el sargento ayudante retirado Héctor Hugo Juncos. Estos dos últimos, de acuerdo a lo investigado hasta ahora, habrían oficiado como custodios de la abogada.

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Informe de Juan Federico.

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