El valor del diálogo
10/07/2023 | 10:08
Redacción Cadena 3
Carlos Marcó
Hace 10 años, el Comité Interreligioso por la Paz suscribió un decálogo con propuestas reflexivas para trabajar por la paz a través de una dinámica activa.
Su vigencia es imperecedera y moviliza a creer que la paz es posible, pero que también requiere construcción y emprender caminos de mayor tolerancia y respeto.
En un mundo bajo convulsión permanente, esos diez puntos pueden parecer una utopía. Pero son un norte que esperanza en la capacidad humana de evolucionar. Y sirven como meta individual y colectiva.
El documento es el siguiente:
Esforzarse en establecer diálogos constructivos y constantes entre los hombres como una de las bases principales de la convivencia en paz. La posibilidad de educarse en una actitud de diálogo impide que se ignoren temas, personas y pueblos. También implica promover el arreglo pacífico de los conflictos como una dinámica de convivencia en una sociedad que trabaja por la paz en el encuentro respetuoso, que busca el entendimiento mutuo entre las personas y los pueblos.
Trabajar para asegurar que se respete la vida humana, su dignidad y su integridad física, psíquica y moral, en todas sus manifestaciones, ya que no puede haber paz espiritual ni social, si ello no se busca y se organiza.
Ocuparse que se respeten integralmente los derechos humanos y las libertades fundamentales, como presupuesto para una sociedad equilibrada.
Empeñarse por buscar los caminos que permitan erradicar la pobreza y el analfabetismo. Hay que ser liberadores de la sumisión que implica la miseria, el temor y la desesperanza, y actuar como promotores del progreso personal, social y espiritual, en libertad.
Colaborar en fortalecer las instituciones democráticas y velar para que se dé una participación plena y plural de la comunidad y de las personas en la construcción de ciudadanía y convivencia social en paz. Todo ello en una dinámica estatal que debe ser transparente y en la que los gobernantes rindan cuentas de la gestión de los asuntos públicos.
Ayudar a eliminar todas las formas de intolerancia y discriminación, basadas en la raza, color, sexo, idioma, discapacidades o cualquier otra condición.
Proteger el medioambiente como un capital que nos han prestado las generaciones futuras. No hacerlo condena a la humanidad presente y a la que vendrá, a no gozar de la paz de un mundo vivo, asumido como un ámbito a compartir y preservar para todos.
Educar y educarnos en el respeto y fomento del derecho de todas las personas a poder ejercer y disfrutar de la libertad de expresión. Garantía esta esencial para asegurar el poder buscar difundir y recibir información e ideas porque ello enriquece el diálogo en paz y nos enriquece culturalmente.
Ejercitar y promover los valores de la comprensión, el aprecio, la reconciliación y la solidaridad entre las personas y los pueblos, porque en ello radica la paz, propia del encuentro fructífero en humanidad.
Asumir con tenacidad que la paz es posible y aprender a tener la sabiduría que implica dicho desafío, transitando por el camino de la no violencia y que nos invita a asumirlo desde la fuerza del amor, de la verdad, y la justicia. Todo ello, en la alegría de la confraternidad plural y respetuosa que nos aúna.
Te puede Interesar
El valor del diálogo
Monseñor Ángel Rossi y el rabino Marcelo Polakoff debaten sobre la creencia de que un cambio positivo es posible siempre que haya voluntad para lograr objetivos.
El valor del diálogo
Con motivo de los 25 años del Comipaz, Cadena 3 presenta una producción especial titulada “El valor del diálogo”, un ciclo de seis charlas entre los miembros del Comité Interreligioso por la Paz.
Sorpresivo anuncio
El máximo representante de la Iglesia en Córdoba fue designado por el Papa Francisco y se enteró de una manera muy curiosa, según relató a Cadena 3. "Será un trabajo arduo pero bello", valoró.