La sanadora convivencia de los diferentes

Un ejemplo consistente y generoso está cumpliendo 25 años entre los cordobeses. La construcción permanente del encuentro y la determinación de persistir en el diálogo han convertido al Comité Interreligioso por la Paz, nuestro Comipaz, en un auténtico motivo de orgullo para la comunidad que lo vio nacer y crecer.

El Comipaz no es apenas una conversación entre líderes religiosos de los grandes cultos monoteístas. La acción de sus protagonistas y el reconocimiento que recibe lo edificó como una herramienta valiosa para la sociedad.

Parece simple verlos discutir, mostrar sus diferencias y al fin encontrar siempre puntos en común. Pero es una tarea tan compleja y riesgosa que la humanidad tiene en su historia miles de guerras y enfrentamientos en nombre de fanatismos justificados en creencias.

Un pequeño ejemplo de no sólo es posible dialogar a pesar de las diferencias, sino construir y recuperar valores humanos comunes a partir de ellas es la serie de seis conversaciones mano a mano que los cuatro miembros de Comipaz aceptaron grabar en Cadena 3.

El Comipaz construye con la palabra la idea de que las grandes religiones pueden y deben coexistir, algo que los argentinos no valoramos lo suficiente por no haber padecido enfrentamientos religiosos de gran dimensión. Pero en el resto del mundo es apreciado como un ejemplo virtuoso de una realización casi imposible en muchos países.

La obra no se agota en entenderse templos adentro. Apenas si ese es un punto de partida. Eso es lo que lleva al Comipaz a ser un actor insoslayable ahí donde una crisis o una acción solidaria surgen como un asunto a resolver.

No es tampoco un tema menor que haya llegado para quedarse. Pasan los obispos, rabinos, imanes y pastores y el diálogo sigue, la convivencia se enriquece en ideas y proyectos.

En un mundo y un país agitado por divisiones que parecen insalvables, desde el fondo de las grandes tradiciones religiosas, desde Córdoba el Comipaz nos avisa que diálogo, convivencia y paz son utopías convertidas en realidad.