El cerebro de los satélites tiene tonada cordobesa

La empresa cordobesa Ascentio nació en 2008 como un Spin off de un proyecto de estudiantes universitarios de la Universidad Nacional de Río Cuarto para la CONAE.

Esteban Carranza, Cristian Senyk y Javier Proyector son socios que hoy comandan una Pyme que tiene entre 50 y 60 empleados y que ha realizado desarrollos para la CONAE, la Nasa y la Agencia Espacial Europea.

Hoy son el principal proveedor de infraestructura y segmento de tierra de la CONAE y han participado en los desarrollos de los satélites SAC-C, SAC-D, Saocom y actualmente del proyecto SabiaMar.

Pero en los últimos años ampliaron su trabajo más allá de los proyectos aeroespaciales y participan de emprendimientos en los sectores de energía, telecomunicaciones, entre otros.

Entre sus clientes privados hoy están Transportadora del Gas del Norte (TGN) y la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC). En esta última crearon un dispositivo que se conectan a los medidores digitales que aún no son inteligentes para que se pueda telemedir el consumo. Una suerte de "cromcast" para los medidores que permite realizar el monitoreo en pocas horas.

"Somos una empresa de ingeniería que preparara procesos complejos de diferentes desarrollos de software, hardware y electrónica y que integran esos desarrollos para cumplir con las necesidades de cada cliente", explica el Senyk, el CTO de la compañía.

Con sedes en Río Cuarto y Córdoba sus próximos objetivos apuntan a escalar globalmente y así aumentar su porcentaje de facturación vía exportación .

"Desarrollamos tecnología del interior del interior mirando el mundo", agrega.

Entre sus hitos, está el desarrollo de un proyecto de Inteligencia marítima que es visto con envidia por muchos países.

Tras ganar una licitación internacional crearon un sistema (ASC Galatea Watcher) que procesa imágenes satelitales -con radares de apertura sintética - y cruza datos el geoposicionamiento de embarcaciones y les permite detectar los buques que están operando en la plataforma submarina argentina.

"Cada buque está obligado a informar datos AIS (la "patente" y nacionalidad del barco) y con esa información generamos un reporte a Prefectura Naval y determinamos los "buques no colaborativos" que están dentro de la plataforma porque seguramente están pescando de manera ilegal", explica.

Los buques apagan el AIS para entrar a zonas protegidas y ahí se activa la alarma.

Desde el interior del interior aprovechando la información del exterior del exterior. Parece un juego de palabras, pero no lo es.

La empresa de baste tecnológica cordobesa participó en el desarrollo de los cuatro satélites .