Escapadas en Córdoba
04/02/2022 | 13:18 | Se encuentra a 3 km de La Cumbre y está en un predio natural único. No hay señal de celular ni WiFi, ideal para el descanso y el relax. Además de ser posada, hay un restaurante de autor.
Por Agustina Airut
Fotos Carola Cinto
Una charla entre amigos y la casa de veraneo en desuso de una familia, fueron el puntapié inicial para darle origen a La Baguala, una posada de ensueño a sólo 3 km del centro de La Cumbre. La falta de señal de celular y de wifi, la convierten en un lugar ideal para el descanso y el contacto pleno con la naturaleza.
Mayú Pilsel y Nacho Dematteis iniciaron el proyecto e incorporaron a Juan Camps y a Franco Giandana. Los 4 juntos están detrás de este emprendimiento. Cada uno aportó sus conocimientos y pusieron manos a la obra. Fueron necesarios 9 meses de mucho trabajo para llevar a cabo la restauración de esta propiedad que tiene casi 100 años.
La refacción y remodelación de la propiedad consistieron en poner a punto todo aquello que pudiera estar dañado, producto del desuso y de la antigüedad, pero sin modificar las características originales de la construcción. La gran mayoría de los muebles son los originales de la propiedad. Sólo algunos, como las camas, son nuevos.
La arquitectura de la casa habla distintos idiomas, cada uno de los cuales pertenece a las distintas etapas en las que fue construida. Sin embargo, predomina el estilo inglés característico de la zona.
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La posada cuenta con 4 habitaciones para dos personas con baño privado. Cada una lleva el nombre una hierba de la zona que tiene propiedades medicinales. Los colores de la decoración fueron elegidos en base a los de dichas hierbas: Carqueja (verde seco), Peperina (azul), Marcela (terracota) y Suico (mostaza).
Hay una pileta de grandes dimensiones para uso de los huéspedes. La capacidad real es de 220 mil litros. Sin embargo, no se llena en su totalidad. “Somos conscientes de la crisis hídrica, con lo cual nos parece una locura usar esa cantidad de agua para llenar una pileta. Con le agua que tiene es suficiente para disfrutarla”, comentó Mayú..
El predio cuenta también con una pequeña tienda para adquirir artesanías hechas por productores locales. Desde utilitario de cerámica, velas, indumentaria hasta obras de arte. Una de las características que funciona como eje de este proyecto, es que busca revalorizar el trabajo de artesanos y productores, muchas veces invisibilizado. Es por eso que todo lo que se utiliza en la posada o en el restaurante, es resultado del trabajo de trabajadores de la zona.
A esto se suma una amplia huerta en terrazas. Por el momento, solo se utiliza una parte y progresivamente se irá ampliando. El objetivo es, en un futuro, abastecerse completamente de lo que en ella se produzca.
Un pequeño oratorio en lo más alto del terreno, completan la parte edilicia de La Baguala. De acuerdo a las características, se cree que tiene 300 años. No ha sido refaccionada, pero si está en condiciones de ser utilizada por quien lo desee.
Además de hospedarse en la posada, se puede disfrutar de las delicias del restaurante. Cocina de autor que busca “revalorizar el trabajo de huerteros, pescadores, y recolectores”.
“Generalmente no sabemos de dónde provienen los alimentos que comemos. Lo que nosotros queremos es que eso no pase. Queremos revalorizar ese tipo de trabajos y darle al productor local la importancia que merece”, resaltó Juan Camps que es quien a cargo de la cocina. “Nuestro menú, una ofrenda a quienes continúan honrando el oficio de vivir”, reza la carta.
En cuanto al menú, varía de acuerdo a la estación. Lo que se prioriza son los productos locales y estacionales. Todo lo que se produce en la huerta actualmente, se utiliza en la cocina. La carta se divide en snacks, platos medianos y platos principales. Contempla a celíacos y a aquellos que prefieren no consumir productos de origen animal.
Los snacks incluyen empanadas de calamar de río, pinchos de paloma y queso camembert a la plancha con frutas. En la categoría de platos medianos se destacan el ceviche de durazno junto al cous cous andino de quinoa. En los platos principales, un delicioso matambre de cerdo con miel y romero, acompañado de puré de batatas.
En cuanto a la parte dulce, hay dos postres. Ambos deliciosos. Choco pino (base de brownie con helado de hongo de pino) y postre de ciruela (frutas, crumble y dulce de durazno)
La carta se completa con bebidas sin alcohol: agua y jugos naturales, cerveza y vinos.
Ubicada en un entorno natural único, está muy cerca del centro de La Cumbre y rodeada de atractivos para quienes deseen hacer alguna actividad. La paz, la belleza visual, los sabores y el concepto que le da origen, convierten la estadía en La Baguala en una verdadera experiencia.
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