Fragmentación del PJ, a medida de las necesidades de Milei

 La fragmentación del Partido Justicialista (PJ) se convierte en un tema recurrente en la agenda política argentina. Responde a las necesidades del nuevo liderazgo emergente, en este caso, el de Javier Milei. 

Esta situación no es exclusiva del PJ, ya que otros partidos como la UCR y el PRO también enfrentan problemas internos.

El PJ, con más de 3 millones de afiliados, se posiciona como el partido más numeroso del país. Pero, la falta de elecciones internas es una constante. Generalmente, las decisiones se toman "a dedo". La situación actual, marcada por la necesidad de elecciones para resolver la disputa por el liderazgo, plantea varias interrogantes.

La primera pregunta gira en torno al financiamiento de estas elecciones. El PJ sostiene que debe ser el erario público quien cubra los costos, pero el Gobierno responde que no hay fondos disponibles. En segundo lugar, se presentan disputas sobre las reglas internas de la elección, lo que complica aún más el panorama. 

La división dentro del PJ es profunda y tiene como protagonistas a figuras como el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, y el gobernador bonaerense Axel Kicillof.

La tercera pregunta crucial es cómo se resolverá esta crisis interna y si realmente sirve de algo conducir el PJ en este contexto. La figura de Cristina Kirchner, que antes tenía un poder decisivo, ahora enfrenta un cuestionamiento sobre su liderazgo. El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, afirma que su liderazgo se ha agotado, lo que refleja un sentimiento que se reconoce incluso entre aquellos que compiten con ella en la interna.

En cuanto a la financiación, Jorge Yoma, asesor de la lista de Quintela, menciona la existencia de un dinero significativo para afrontar las internas. Históricamente, el PJ no ha dependido de elecciones internas, ya que las decisiones se tomaban "a dedo". 

Sin embargo, la Constitución establece que los partidos deben ser financiados de manera ordinaria, y no hay un mecanismo específico para financiar las internas. Este aspecto se convierte en un tema de debate en el contexto actual, donde las elecciones se convierten en un negocio que involucra a diversos actores de la política.

La situación del PJ es un reflejo de la complejidad del panorama político argentino, donde la fragmentación y las luchas internas son cada vez más evidentes. 

La resolución de estos conflictos internos determinará el futuro del partido y, por ende, del país. La política, en su esencia, sigue siendo un terreno donde los intereses individuales a menudo prevalecen sobre los colectivos.