De Cecco descartó que vaya a retirarse en Argentina

Haciendo cuarentena en Italia, donde vive con su esposa (la tenista sunchalense Paula Ormaechea), Luciano De Cecco mantuvo una extensa charla con La Central Deportiva, programa que se emite por Cadena 3 Santa Fe (101.7).

En relación al confinamiento, el deportista aclaró que en Perugia, lugar donde reside, no hay tantos infectados y explicó el motivo: “Es una ciudad que no tiene buenas rutas que la conecten con otras provincias; desde ese punto de vista, es una suerte. En cambio, en el norte de Italia no bajan de 700 muertos por día”.

Respecto del entrenamiento en épocas de cuarentena, el santafesino reconoció que su pareja es la que más actitud tiene. “Paula entrena mucho más. Baja al estacionamiento del edificio, pone conos, hace pasadas. En cambio yo, desde que se suspendió la liga, entreno poco y nada. Es raro entrenar para algo que no tiene sentido”, sostuvo.

De Cecco consideró que la decisión de suspender los JJ.OO. “la tomó gente que sabe y a los atletas nos toca obedecer y seguir adelante”.

La postergación de Tokio 2020 agarró al seleccionado argentino en momento de maduración de una camada de jugadores que llevan casi una década compartiendo el plantel, pero con un entrenador que aún no cumplió un año al frente, y que busca sumar valores nuevos.

“Marcelo Méndez instaló un nuevo plan de entrenamiento. Pidió que le den más desarrollo a los pibes en la liga argentina. Quiere foguear a las promesas”, detalló.

Además de ser el capitán del combinado nacional, es el voleibolista con más partidos en la albiceleste. “Nunca soñé de chiquito lograr todo lo que logré. No estaba en mis planes”, admitió De Cecco, quien antes de convertirse en un profesional de este deporte jugaba al básquet en el club Ben Hur. 

“Muchos dicen que era muy bueno, pero no creo que hubiese llegado a la selección. Podría haber sido un jugador de liga o capaz que me quedaba en el camino. Pero no hubiese llegado a donde llegué en el voley”, reflexionó.

Tokio será su tercer Juego Olímpico. A la hora de describir las sensaciones de los dos anteriores, “Cachete” fue muy descriptivo: “En Londres fui de turista, era un viaje de egresados. Salía a recorrer la villa a sacarme fotos. En cambio, en Río de Janeiro, sólo salía para comer, todo lo que hacía era por y para el voley”.

Consultado sobre quién fue el mejor entrenador que tuvo, De Cecco eligió a dos. Primero, Ariel Pons (de Gimnasia y Esgrima de Santa Fe). “Me hizo creer en el rol de armador, puesto que yo odiaba. Le debo el 50% de mi carrera y me quedo corto. Me cambió la cabeza. Le pedía a mis compañeros que me peleen a propósito para forjarme el carácter”. 

El otro escogido fue Javier Weber, quien la semana pasada también pasó por los micrófonos de La Central Deportiva y había calificado a De Cecco como “uno de los mejores armadores del mundo”. Luciano devolvió los elogios: “Weber me hizo cambiar mi forma de jugar y de moverme. Me dio las armas necesarias para mejorar. Me ayudó a crecer”

Con 16 años consecutivos en el seleccionado argentino, expresó que le gustaría dejarle un logro deportivo para “poner en el mapa” al voley. “Estar casi 20 años en la selección para irme y dejarla como la encontré, no sería bueno. Pero sí me quedaré tranquilo con que di lo mejor de mí para alcanzarlo”. 

No obstante, fue muy crítico con el exitismo que se vive en el país y puso como ejemplo al básquet: “Si no conseguían la medalla de oro, no la llamarían la Generación Dorada, sino la selección de básquet”.

En cuanto a su futuro personal, confirmó la noticia que había anticipado días atrás en redes sociales, pero negó haber firmado contrato con un nuevo equipo: “Me voy del Perugia. Fue una decisión difícil después de 6 temporadas. No sé a dónde iré, porque, por la pandemia, todos los equipos se están reformando. Ni siquiera sé si seguiré jugando en Italia”. 

Asimismo, contó que, como consecuencia de la pandemia, Perugia le pagó sólo el 70% del contrato. “No nos van a pagar abril, mayo y junio. Es una bajada de línea de la Federación que maneja la liga italiana de voley”, detalló el armador, a la vez que se mostró muy poco optimista sobre el impacto que tendrá el Covid19 en el voley. 

“En Italia el único que tiene asegurado el regreso es el fútbol, por los derechos televisivos. No creo que otro deporte pueda gastar 5 mil euros por semana sólo para limpiar el predio, la cancha y el aire que respiran los jugadores”. Y marcó más diferencias entre ambos deportes: “Un jugador de elite de vóley gana 700 mil euros al año con impuestos incluidos. Eso es lo que gana un futbolista top por semana”.

Por último, De Cecco tampoco avizora un horizonte fácil para la Liga Argentina. “Hay que ver si el deporte es sustentable después de esta crisis. ¿Cómo van a conseguir sponsors los clubes?”, se preguntó. 

El armador anticipó que la liga local se va a quedar “pelada” de referentes, ante la partida de al menos 12 jugadores que se van a jugar a Francia. De todos modos, aclaró que la liga argentina venía bajando su nivel antes de la irrupción del coronavirus.

“La Liga nacional económicamente no es sustentable para muchos equipos que se armaron con jugadores increíbles pero con contratos que después no pueden pagar”, dijo.

No obstante, dentro de ese panorama oscuro, encontró un aspecto positivo al decir que esto obligará a los clubes a dar más participación a los jóvenes. “Se van a foguear antes de lo pensado”, vaticinó.

En ese contexto, entre risas, descartó retirarse jugando en algún club local: "No creo que haya liga argentina para cuando yo me retire".

Entrevista de La Central Deportiva