El poderío de Brasil en la Copa Libertadores: ganó las últimas cinco ediciones

El dominio del fútbol brasileño en el continente es abrumador en las competencias organizadas por Conmebol, habiendo ganado las últimas cinco ediciones de la Copa Libertadores e imponiéndose en seis de las últimas siete y además, quedándose con una de las últimas tres Copas Sudamericana pero poniendo equipos finalistas desde 2021.

En la presente Libertadores, siete equipos del país vecino jugaron la fase de grupos y todos avanzaron a octavos de final, quedándose con el primer lugar en cuatro de las siete zonas. Por eso, no es descabellado pensar que puede darse una sexta final entre equipos de ese país.

En 2023 el campeón fue Fluminense, en 2022 le tocó a Flamengo, en 2021 a Palmeiras, en 2020 también a Palmeiras y en 2019 a Flamengo. Salvo River en 2019 contra el “Flu” y Boca en 2023 ante el “Fla”, las otras tres finales fueron disputadas íntegramente por brasileños.

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Si el cuadro se agranda, los equipos brasileños se quedaron con seis de las últimas siete Libertadores, ya que en 2017 (un año antes del histórico River – Boca de Madrid) el campeón fue Gremio.

En ese sentido, el fútbol del pentacampeón del mundo superó su propio récord de cuatro títulos consecutivos, obtenidos entre 2010 y 2013 con Inter, Santos, Corinthians y Mineiro.

Un brasileño no pierde la final de la Libertadores desde 2009, cuando Estudiantes de La Plata venció a Cruzeiro, pero esa superioridad se inició en 2005 con nueve clubes llegando a la final hasta 2014, ganando seis ediciones.

Para jugar la final, hay que pasar por semifinales. Bien, desde 2021 hasta 2023 hubo tres equipos brasileños en esa instancia, de un total de cuatro. En 2021, Flamengo, Palmeiras y Mineiro; en 2022, Flamengo, Palmeiras y Paranaense y en 2023, Fluminense, Palmeiras e Inter. Es decir que por novena Libertadores seguida, hasta la del año pasado, hubo al menos un equipo de Brasil en semifinales.

La última vez que un brasileño no jugó semifinales, ocurrió en 2014, aquella que ganó San Lorenzo ante Nacional de Paraguay, que en “semis” dejaron en el camino a Defensor Sporting de Uruguay y a Bolívar de Bolivia. En aquella copa, Cruzeiro fue el que más lejos llegó, a cuartos de final, momento en el que lo eliminó San Lorenzo.

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En cuanto a los argentinos, el último campeón fue River en 2018; y el mismo River en 2019 y Boca en 2023 fueron finalistas a continuación. En semifinales, el año pasado estuvo Boca; en 2022 le tocó a Vélez y en 2021 no hubo ninguno.

Por qué esa superioridad

La FIFA publicó un informe sobre este fenómeno del fútbol brasileño y resalta que uno de los aspectos que más disparó a los conjuntos del Brasileirao son los ingresos por transferencias. Según aquellos datos, durante los últimos seis años los equipos de Brasil han ingresado 1.956 millones de dólares. Los de Argentina se han quedado en 1.120.

Flamengo fue en 2023 el equipo brasileño con mayores beneficios, con una ganancia de 1.374 millones de reales. Fluminense, vigente campeón de la Libertadores, cerró 2023 con 480,8 millones en positivo en sus cuentas.

Gran parte de esos beneficios llegan por los derechos televisivos (36% en 2023), con grandes contratos en los últimos años. En ese sentido, cabe recordar una frase del presidente de Talleres, Andrés Fassi, quien en la previa del partido debut de la fase de grupos ante Sao Paulo, declaró “Ellos no pueden creer que en Argentina un equipo de Primera División reciba 2 millones de dólares por derechos de televisión cuando ellos, el que menos recibe, son USD 30 millones. San Pablo, por ser un equipo importante, reciben cerca de los USD 70 millones. Son diferencias abismales”, dijo Fassi.

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Además el 22% llega por las transferencias, importantes sobre todo con jóvenes talentos que se marchan a Europa. El 16% corresponde al marketing y el 12% a la parte social. El 10% proviene de las entradas a los partidos y el 4% restante por otros motivos.

Ese informe revela que Mineiro, con un estadio en construcción, aumentó su deuda pero el resto mejoró sus cuentas, destacando lo de Athletico Paranaense, que en 2022 contaba con una deuda de 284,5 millones y la redujo a cero.