Trágicas vacaciones
06/02/2020 | 11:23 | Se trata de Marcelo Pagliaccio, conocido como "Paglia". El diario deportivo lamentó el fallecimiento en un texto desgarrador. El cronista de 32 años vacacionaba en Brasil con amigos.
Marcelo Pagliaccio, periodista argentino que trabajaba en el diario deportivo Olé, murió ahogado este miércoles cuando vacacionaba con amigos en Florianópolis, Brasil.
El cronista, de 32 años, aparentemente había participado de un tour que llevaba a una fiesta y en el regreso algunos del grupo decidieron meterse al mar en el amanecer.
En ese momento, Pagliaccio se habría desvanecido en el agua cerca de la orilla, según contaron sus amigos. Intentaron salvarlo con Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y en un principio habría reaccionado, pero murió camino al hospital.
Las hermanas del joven viajarán a Brasil en las próximas horas para repatriar el cuerpo, según publicó Clarín. El cónsul en la ciudad brasileña, Gustavo Coppa, se puso a disposición de la familia.
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El diario Olé publicó un emotivo comunicado a pocas horas de conocerse la noticia, en el que destacaron la personalidad de “Paglia” y lamentaron profundamente el episodio.
El comunicado completo de Olé
Dolor y más dolor. Porque se nos fue un gran pibe. Porque tenía mucho por vivir. Porque Paglia, como lo llamábamos todos, era eso: un gran pibe. Olé está de luto. Porque la muerte de Marcelo Pagliaccio es una mierda. Porque no queremos escribir más sobre compañeros que deberían estar con nosotros y no están. Porque tenía 32 años. Porque desde que llegó hace diez años y se sumó a la movida digital que recién arrancaba en Olé, creció como periodista con todos. Porque ese fanático del fútbol italiano y de la Fiorentina en particular, era un potente goleador y llevaba la ironía a flor de piel.
Entre las discusiones sobre cómo abordar un tema o el otro, de repente llega el llamado que nadie está preparado para recibir. Y uno se pone la coraza de la negación creyendo que no está confirmado, que no es él, que no le pasó, que no puede ser. Y el dolor vuelve. El mismo que sentimos cuando se murió el Topo López cuando hacía la cobertura del Mundial 2014. La desolación, el abrazo entre todos y las lágrimas tratando de aceptar que Paglia no va a estar más con nosotros para esos mates entre computadoras, esas salidas con amigos que se hizo en Olé, esas charlas de cualquier tema, esas escapadas a la Bombonera.
¿Cómo entender o aceptar que de vacaciones soñadas en Florianópolis te pase esto? Ver el amanecer y meterse al mar con la salida del sol se transformó en el plan fatal. Los datos médicos confirmarán si se desvaneció, si tuvo un problema cardíaco y después se ahogó, pero qué nos importa. Las mañanas de Olé no tendrán más su humor ni sus enojos, sus risas y sus broncas, su predisposición constante. Porque ese pibe que se venía generalmente bien temprano de Derqui a Constitución a laburar todos los días se nos fue muchísimo antes de lo que debía. El dolor nos impide escribir mucho más porque estamos de luto y sólo queremos llorar.