Sociedad
09/02/2011 | 06:41 | También conocido como Mar de Ansenuza, el espejo de agua salada tiene 30 mil años. Tras el avance de las aguas en la década del 70, la ciudad vuelve a apostar fuerte por el turismo. Los criaderos de nutria, otro hito turístico en Miramar.
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Egidio León, un criador de nutrias que admite que dejó de ser un negocio rentable (Informe de Juan Pablo Viola)
La ciudad de Miramar está situada en la ribera de la mayor cuenta cerrada de Sudamérica, la laguna de Mar Chiquita que tiene una existencia de 30 mil años.
Miramar vivió y progresó al ritmo de las bondades de las aguas de su laguna.
Sin embargo, la laguna también sería el factor desencadenante para su ocaso, que sobrevino en 1977 cuando el avance de las aguas se llevó medio pueblo.
Las aguas arrasaron con iglesias, casinos, 60 hoteles, balnearios y por supuesto cientos de casas de familia.
Miramar resurgió y dejó atrás el trágico paso de la naturaleza y hoy es una ciudad con un gran atractivo y potencial turístico.
Nutrias, un distintivo de la zona
Mientras que en los 70 había más de un centenar de criaderos de nutrias, actualmente existen cinco, porque dejó de ser un emprendimiento rentable.
Egidio León, es propietario de uno de esos criaderos ubicado en la zona rural de Miramar.
"Tengo 2.600 nutrias y la carne es altamente demandada por el público, pero el negocio no cierra del todo, no es rentable", dijo León.
Sin embargo, nunca faltan los turistas que se llevan algún producto manufacturado del precioso animal.
Informe de Juan Pablo Viola.