$ 75 mil millones menos para el interior

La leve recuperación de la economía en el interior del país va a tener que pasar ahora una prueba de fuego. El gobierno ya anunció que en este mes que se inicia va a cortar dos chorros grandes de dinero. Uno, es el Ingreso Familiar por Emergencia, el IFE. El otro es el ATP, el subsidio de los salarios privados. Las dos cosas van a quedar limitadas.

El IFE ya se pagó dos veces y la segunda tanda aún no se terminó de pagar. Fueron 10 mil pesos para cualquier persona mayor de 18 años que no tiene un empleo en blanco o cobra una jubilación. Ahora, el próximo pago, que no tiene fecha todavía, se limitaría a las zonas que estén bajo aislamiento social. Hoy serían el Gran Buenos Aires, Chaco, la ciudad de Neuquén y el departamento Roca de Río Negro. Y en el resto del país se cortaría. El retiro del IFE ya está movilizando a diputados y gobiernos sobre todo del norte. Hay provincias en las que el 80% de los hogares cobran el IFE.

El subsidio a los sueldos privados va a seguir bancando hasta la mitad de los salarios (con un tope de 34 mil pesos), pero solamente en el Gran Buenos Aires, Chaco, los departamentos Roca y Bariloche de Río Negro y el Gran Córdoba. En el resto del país, por ejemplo el resto de la provincia de Córdoba, el subsidio al salario se reduce a la mitad, a menos que se trate de actividades consideradas críticas, como los hoteles, por ejemplo.

El retiro de los dos beneficios va a ser muy delicado. El Estado llegó a gastar en ambas cosas casi 200 mil millones de pesos. Ahora eso se podria reducir más o menos en 75 mil millones. Pero ese ajuste va a estar concentrado en el interior. Eso parece razonable porque el interior es donde la cuarentena empieza a flexibilizarse. El riesgo es que retirar justo ahora fondos que sostienen el consumo sea un machetazo a las primeras esperanzas de reactivación.