Finanzas públicas
21/04/2020 | 17:14 | Como la Nación y Buenos Aires, la Provincia también renegocia. Pero buscaría extender plazos más que imponer grandes quitas.
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Al igual que ya hizo la Nación, esta tarde, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, va a hacer su propia propuesta de canje a los acreedores externos de la Provincia. Anoche Kicillof le copió al ministro de la Nación, Martín Guzmán, y también dijo que la deuda bonaerense es impagable.
Kicillof también apeló a la crisis mundial del coronavirus para justificar la situación. De todos modos, ya en enero, antes de la pandemia, había anunciado un canje compulsivo de la deuda, aunque luego dio marcha atrás. Buenos Aires debe 11.200 millones de dólares y se supone que propondrá algo parecido a lo que propuso la Nación.
La Rioja, Chubut, Salta son algunas de las provincias que están en situación parecida.
¿Y Córdoba? La Provincia debe en total 2.500 millones de dólares. Pero ahí hay de todo, incluso deuda en dólares con la Nación. Pero los títulos en moneda extranjera, con acreedores privados y bajo ley internacional suman unos 1.600 millones.
¿Córdoba va a calcar la propuesta de Guzmán?
No necesariamente. Los funcionarios remarcan que, aunque la crisis del coronavirus igualó a todos para abajo, la situación fiscal de Córdoba es más sólida; recuerdan que en enero, por ejemplo, cuando ya Kicillof decía que no iba a pagar, Córdoba preveía cumplir sus compromisos. “Cada provincia es un caso distinto”, dice un funcionario para quien no es viable que los gobernadores simplemente copien el “plan Guzmán”.
Eso tiene consecuencias. Por ejemplo, más que pensar en quitas de capital y de intereses, da la impresión de que el gobierno de Córdoba preferiría una extensión de plazos, que los acreedores simplemente le den más tiempo.
Ese podría ser un logro valioso a futuro, porque pedir más plazo para pagar no destruye tanto tu reputación como decir: “No te voy a pagar todo lo que te debo”. Entonces, cuando el terremoto en el que estamos termine, Córdoba podría pagar tasas de interés menores que si clavara un pagadiós, lo cual puede ser más ventajoso que achicar ahora un volumen de deuda que el gobierno provincial nunca consideró inmanejable.
Vamos a ver qué pasa. El proceso es complejo y acaba de comenzar.