La quinta pata del gato
24/03/2021 | 12:06 | Por la pandemia, el Fondo repartirá US$ 650 mil millones entre los países. Argentina recibirá 4.400, de arriba. Pero el acuerdo de largo plazo se demora ante la falta de un plan austero.
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El Fondo Monetario Internacional confirmó que va a ampliar su capital, lo que permitirá a los países de todo el mundo recibir un total de 650 mil millones de dólares para afrontar la pandemia. A la Argentina le van a tocar 4.400 millones. Y le van a venir al pelo. ¿Por qué? Porque este año tiene que pagarle al FMI 3.800 millones y no los tiene. Así que los dólares del Fondo que otros países podrán destinar a la pandemia, Argentina los usará para cancelar deuda.
El hecho prueba que Dios, al menos el dios financiero, es kirchnerista. No es la primera vez que la soja sube, las tasas de interés bajan y llueve maná del cielo cuando gobiernan los K.
Sin embargo, la representante del dios financiero en la tierra, una especie de papa, la primera papa mujer, que viene a ser la directora del FMI, Kristalina Georgieva, no es tan facilonga. Ella sabe que Argentina necesita firmar un acuerdo con el FMI sí o sí porque en 2022 vencen deudas con el organismo por 18 mil millones de dólares y además porque es el primer paso para recuperar mínimamente la confianza de los inversores y reducir el riesgo país de 1.500 puntos.
Pero Georgieva, la pontífice, le exige a la Argentina que deje de ser una violadora serial del primer mandamiento de la religión financiera global: “No gastarás en vano lo que no tienes”. Georgieva quiere que el Estado deje de pecar, deje de gastar más de lo que le entra, para que se termine de una vez su decadencia de décadas.
Para eso viajó a Washington el ministro de Hacienda, Martín Guzmán, para confesarse con Georgieva, rezar tres padrenuestros y dos avemarías como castigo, y venirse al menos con un guiño bajo el brazo. Pero Cristina Fernández le impide a Guzmán rezarle ningún plan de reforma y reducción del gasto al FMI. Por lo tanto, Argentina sigue en el purgatorio. Y el purgatorio del Fondo no es por toda la eternidad.
Por eso las reuniones, hasta ahora, han sido de ocasión, formales. Los comunicados del FMI se limitan a repetir que el diálogo continúa y que blablabla. En realidad, lo que está diciendo el Fondo es que Argentina, aunque siempre será una hijita de dios, sigue tan descarriada como siempre y que, aunque prometa que no volverá a pecar, por ahora nadie le cree.