La quinta pata del gato
06/04/2021 | 12:26 | Amado Boudou no debería estar siquiera en prisión domiciliaria. Pero da incluso charlas en la universidad pública. No van a descansar hasta que todo esto nos parezca normal.
Audios
El corrupto condenado Amado Boudou, con pensión estatal de 400 mil pesos al mes, va a dar clases en la Universidad de Buenos Aires sobre noticias falsas, va a disertar en una materia optativa sobre lawfare: "El periodismo argentino en su laberinto: guerra mediática y jurídica, operaciones políticas, noticias falsas y otras delicias de la independencia”, se llama el taller.
Llama la atención que un coimero probado sea llevado a la universidad, donde los profesores lo presentan además como víctima.
El hecho pone en discusión si en verdad Boudou está cumpliendo o no su condena a prisión a 5 años y 10 meses.
Por empezar ya es incomprensible que Boudou no esté n la cárcel y esté en prisión domiciliria. La ley 24660 revé la prisión domiciliaria para enfermos que no puedan tratarse en la cárcel, para enfermos en fase de estado terminal, para presos con una discapacidad que el régimen carcelario no pueda atender, para mayores de 70, para embarazadas o para madres de niños menores de 5 a su cargo.
Claramente, ningún caso sirve para Boudou.
La otra cuestión es si un preso, cuando lo mandan a su casa, puede hacer lo que quiera, por ejemplo mantener las comunicaciones que quiera, por todas las vías que ofrecen las distintas tecnologías. La ley no dice nada, pero penalistas como Alejandro Pérez Moreno dicen que, si la ley no dice nada, entonces la prisión domiciliaria debería parecerse a la cárcel.
Por ejemplo, la ley prohíbe que los presos en prisión usen celular o compus con acceso libre a Internet. Si estuviera en la cárcel Boudou no podría hacer un zoom con quien se le ocurra, o tener un programa semanal de radio, como ya tiene. En todo caso, tendría que pedir permiso. No sabemos si para dar clases en la UBA el coimero Boudou pidió permiso. En cambio, la impresión que da es que Boudou está en la cárcel de jugandito, en realidad ya no está en prisión.
Mientras tanto, el kirchnerismo, el mismo que quiso impedir que Álvaro Vargas Llosa abriera la Feria del Libro, el mismo kirchnerismo que controla las universidades públicas, le organiza a Boudou estas actividades para ir blanqueando su imagen, para que todos nos acostumbremos a que, pese a ser un coimero comprobado, un corrupto condenado en firme, Boudou nos sea presentado como una víctima de la persecusión judicial. Que al fin y al cabo es lo único que en verdad parece importarles: imponernos su relato oficial, como siempre.