Lo que viene
12/11/2019 | 15:54 | Puede que suban las retenciones. A los dólares que le queden, el campo los va a tener que vender baratos. Y la inflación morderá los talones.
Audios
Estamos todos en ascuas en Argentina. La falta de definiciones de Alberto Fernández se agiganta cuando faltan exactamente cuatro semanas para que asuma la Presidencia.
Pero algunos sectores están más a ciegas que otros. Estamos hablando del agro, que, encima, está en un momento crucial. A diferencia del resto de la economía, su mayor inversión anual está concentrada en estos meses, cuando hay que sembrar la cosecha gruesa.
Una prueba de los nervios que hay en el sector: la siembra de la soja recién empezó y la del maíz va por la mitad. Pero los que ya vendieron por anticipado la cosecha son casi el triple que el año pasado.
Es que están sembrando a ciegas, sin saber cuáles son las retenciones que les va a clavar el nuevo gobierno. Mejor vender ahora en los mercados a futuro, antes de que sea tarde.
Lo último que dijo Fernández fue que era partidario de mantener las retenciones. Pero desde su impreciso equipo de colaboradores salen versiones para todos los gustos. Hoy, por una ley del Congreso que estará vigente todo el año que viene, el Ejecutivo ni siquiera necesita un decreto para subir retenciones. Basta con una resolución. Como la 125.
En 2020 el Tesoro debe pagar 20 mil millones de dólares. Y las retenciones son por lejos su principal fuente de dólares. Pero el problema no es sólo ese.
El Tesoro también deberá pagar un billón de pesos. Y para eso podría subir otros impuestos que también podrían impactar en el agro y, sobre todo, emitir una cantidad enorme de pesos, escalando la inflación.
Y al agro ese impuesto inflacionario, como siempre, le pegará más que a los demás. Porque sus costos irán en alza con la inflación, como los de todo el mundo, pero a los dólares que le queden, después de pagar retenciones, tendrá que liquidarlos al precio oficial.
Como nadie piensa que el cepo se libere, el dólar oficial tenderá a quedar atrasado, como siempre ha sucedido.
Es durísimo subirse al tractor así, sospechando que te van a quitar más dólares, que a los dólares que te queden los vas a tener que vender baratos y que tus costos en pesos te van a morder los talones.
Es el vértigo de sembrar a ciegas.