Nuevo gobierno
09/12/2019 | 17:11 | No caer en el default, no gastar más de lo que entra y conseguir dólares: una trama compleja que va de la Anses a Vaca Muerta.
Audios
Ahora sí terminó la campaña electoral. Entre el miércoles y el viernes vencen 430 millones de dólares en títulos en pesos y dólares y vamos a ver si Alberto Fernández los paga o va a un default abierto.
Si el nuevo gobierno opta por pagar esos y los vencimientos que vengan, sin ir al default, va a tener que hacer lo mismo que trató de hacer Macri: llegar a un superávit fiscal. Es lo que los acreedores quieren ver para confiar en que en dos años van a poder cobrar lo que resignen hoy.
Ahora, si quiere llegar a un superávit fiscal, el Estado no va a poder gastar tanto. Por ejemplo, en jubilaciones, que es el principal gasto del Estado. Hay mucha expectativa. El albertismo quiere subir y subir las jubilaciones. Pero lo hará, como decíamos el viernes, a través de una suma fija. Muchos creen que esa mejora podría ir acompañada de una ley de emergencia salida del acuerdo social que suspenda la indexación de las jubilaciones a la inflación o bien que cambio la fórmula de movilidad que impuso Macri en 2017, también para que las jubilaciones se aten a otro índice donde la inflación tenga menos importancia.
Por el otro lado, Fernández va a tener que alentar el ingreso de dólares para que los acreedores crean que el país tendrá dólares con los cuales pagarles. Ñas alternativas son las exportaciones y las inversiones. Y para inversiones el único atractivo que puede ofrecer Argentina es Vaca Muerta. Claro que va a ser difícil que se invierta en Vaca Muerta si siguen congeladas las tarifas de la luz y el gas, que es algo que el albertismo dice que quiere hacer al menos al principio. Para compensar habrá que hacer cosas desagradables para el discurso K. Guillermo Nielsen, que quedó al frente de YPF, ha propuesto que las petroleras no paguen retenciones a las exportaciones ni impuesto al cheque y que directamente puedan dejen en el exterior los dólares que exporten por un año, para que no teman una confiscación. Son todas cosas con las que Juan José Aranguren ni se hubiera atrevido a soñar.