La quinta pata del gato
19/04/2021 | 13:34 | La Provincia promueve el autoconsumo de biodiésel. Implica dejar en Córdoba plata que hoy se va en gasoil, impuestos nacionales y retenciones. Si funciona, va a molestar.
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Juan Schiaretti acaba de lanzar un programa que, si el campo cordobés lo aprovecha, puede tener un gran impacto económico, político y ambiental.
El programa parece algo menor. Simplemente se dan beneficios fiscales, crediticios y de otros tipos para que en Córdoba la soja se transforme en biodiésel y que el mismo sea autoconsumido por el productor en reemplazo del gasoil.
Pero detrás hay una gran apuesta -económica y política- y, tal vez, una oportunidad.
¿Cuál el gran atractivo? Que, como es para autoconsumo, cuando vos usás tu propio biodiésel no pagás el 47% de impuestos que tiene el gasoil.
Hoy, con la soja en precios muy altos y el petróleo aún barato, consumir gasoil con impuestos o biodiésel sin impuestos cuesta casi igual. Pero si sube el crudo o bajan los granos, conviene el biodiésel. Y cuánto más suban las retenciones a la soja, más conviene pasarte a biodiésel, dado que el precio interno de la soja baja por las retenciones. Viene a ser como la venganza del sojero contra la Nación.
Aun a precios similares, cuanto más al oeste de los puertos del Paraná estás, más te conviene este esquema. ¿Por qué? Porque, aunque el biodiésel me cueste lo mismo que el gasoil, en lugar de pagar un transporte carísimo para llevar la soja al puerto, me ahorro ese transporte si sustituyo al gasoil por soja transformada en biodiésel.
Ahora, para aprovechar esto el campo tiene que organizarse. Para que sea autoconsumo tenés que usar biodiésel al 100, sin mezcla con gasoil. Y tiene que ser (o parecer) biodiésel hecho con tu propia soja. Por ejemplo un productor de soja que tiene cosechadora y camiones propios, con los que además trabaja para terceros, puede usar su propio biodiésel si tiene la planta para procesar la soja.
Pero lo que podrían hacer varios productores que no tengan esa planta es, por ejemplo, crear una sociedad con uno que sí la tenga. Esa sociedad produciría biodiésel con la soja de todos, que consumirían su propio comustible. O tal vez un productor podría mandar su propia soja a una empresa de biodiesel y retirar luego su combustible. O hacer estas cosas con un municipio. De hecho el plan de Schiaretti plantea financiar esas plantas, a privados y a municipios.
En dinero en juego es mucho. El gran consumidor de gasoil en el país es el campo. Y tal vez un cuarto de eso se consume en Córdoba. El campo y los transportistas cordobeses gastan cerca de 40 mil millones de pesos al año. La mitad de eso son impuestos. Si se pasan al biodiésel no sólo comprarían menos gasoil y pagarían menos impuestos. También exportarían menos soja (al consumirla adentro como biodiésel). Y eso implica menos ingresos fiscales por retenciones para la Nación. Es todo dinero que, en lugar de irse a la Nación, a las petroleras y a las provincias petroleras, se quedaría en Córdoba. Y eso no les va gustar.