La única vacuna que hay por ahora: una recesión

Esta crisis es distinta a todas las demás. ¿Por qué? Porque, hasta que no se consiga una vacuna biológica para el Covid19, la única vacuna que se puede aplicar es una recesión.

Y los gobiernos están provocando esa recesión para prevenir una catástrofe sanitaria.

Estados Unidos cierra sus fronteras con Europa y China al mismo tiempo. Italia confina a toda su población. Otros países cierran todos sus comercios. O exigen a las empresas que empleados con síntomas o de determinados grupos directamente se queden en su casa. Es la era de hielo por decreto. Nunca hubo una recesión provocada así, a propósito. Esto es lo que nunca sucedió antes. Y por eso esta crisis es distinta.

Claro que luego, asustados con esto que ellos mismos provocan, los mismos gobiernos lanzan los paquetes de estímulo típicos que siempre usaron para salir de las crisis. Por ejemplo anoche Estados Unidos bajó la tasa de interés casi a cero y que gastará 700 mil millones de dólares para subsidiar licencias de empleo. Pero, claro, eso no sirve. Por dar sólo un ejemplo: de qué le sirve a una aerolínea que la gente tenga dólares en el bolsillo para viajar si volar está prohibido.

Por eso la botonera no funciona. Y lo vemos hoy: pese a los estímulos, los mercados se hunden.

Lo vemos claro en Argentina. El presidente Fernández dijo que analiza “cerrar el país 10 días”. Y todo lo que ha anunciado es recesivo, básicamente porque apunta a que todos nos quedemos encerrados en nuestras casas, sin producir ni consumir. Por otro lado se estudian medidas de estímulo fiscal y crediticio para contrarrestar la recesión.

No es sólo un problema del gobierno argentino. Todos los gobiernos están poniendo la economía en el freezer y al mismo tiempo, subiendo la calefacción. Y, por ahora, la receta no funciona.