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27/10/2021 | 13:34 | Los que armaron la grotesca discriminación de subsidios a favor del Amba fueron los K. Macri intentó en parte reducirla, a un alto costo político. Y Alberto Fernández revirtió aquel esfuerzo.
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El gobernador Schiaretti tiene toda la razón del mundo en su discusión con Cristina Fernández sobre la discriminación que sufre Córdoba -y todo el interior, que curiosamente se calla- en el reparto de subsidios. Los servicios públicos de la Ciudad de Buenos Aires y del Conurbano bonaerense -el Amba- reciben privilegios grotescos.
Pero ayer Schiaretti dio a entender que todos los gatos son pardos. Sus argumentos sobre los subsidios se deslizaron hacia una evaluación general de los gobiernos kirchneristas del gobierno macrista. “Tanto Cambiemos como el Frente de Todos chocaron el país”, dijo. Quedó como que, en el tema de los subsidios, los Kirchner y Macri fueron lo mismo. Al punto que Natalia De la Sota -que carece de la formación de Schiaretti y es muy cercana a los K- le metió derecho: “Decirles al kirchnerismo y a Juntos por el Cambio que vamos a proponer distribuir subsidios los incomoda” porque “ellos van a tener que incomodar a sus jefes políticos”.
Bueno, vamos a informarle a la hija de De la Sota lo que Schiaretti ya sabe muy bien: los K y Macri no fueron lo mismo.
Por empezar, los que armaron la grotesca discriminación a favor del Amba fueron los K. Hasta la debacle de 2001, la única discriminación era con los trenes de pasajeros. Néstor y Cristina sumaron y extremaron la discriminación con los colectivos, con el agua, con la luz, con la salud y con la seguridad, entre otras.
Al revés, Macri -siendo porteño y perjudicando a sus dos socios mayores, Larreta en capital y Vidal en la provincia de Buenos Aires- fue el único que intentó reducir al menos parte los privilegios del Amba.
Por empezar, inició una reducción de subsidios a los colectivos que no cruzaban de capital a provincia. La idea era que si no cruzaban el límite tuvieran el mismo trato que un bondi de Rosario. Alberto Fernández revirtió eso.
Macri subió la tarifa del agua de Aysa. La Nación siguió pagando inversiones, pero al menos los sueldos empezaron a pagarse con tarifa. Hoy hasta los sueldos de Aysa se volvieron a pagar con plata de todo el país.
En la luz, Macri hizo algo fundamental: le pasó la jurisdicción de Edenor y Edesur a la Capital y a la Provincia de Buenos Aires, para que Larreta y Vidal se hicieran cargo como cualquier gobernador: si no querían quedar mal subiendo la tarifa de la distribución eléctrica debían poner subsidios de su bolsillo, no de la Nación. Cuando asumió Kicillof, le exigió a Fernández dar de baja eso. Edenor y Edesur volvieron a la Nación. Y han vuelto a tener subsidios multimillonarios de hecho que pagamos todos los habitantes del país.
Así que, no, no todos los gatos son pardos. Los K y Macri no hicieron lo mismo con la discriminación de los subsidios.