La quinta pata del gato
10/09/2021 | 16:11 | En el país de la discriminación regional, ni siquiera los desocupados de Centralia merecen la misma ayuda que los del resto del país.
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Hace ya décadas que sabemos que la coparticipación, los subsidios a los servicios públicos, el gasto público nacional y/o la presión impositiva siempre benefician groseramente a las provincias del norte, a las patagónicas, a la Capital Federal y/o al conurbano bonaerense, mientras lo que en este espacio llamamos Centralia -la franja central del país menos la Capital Federal y el Conurbano- son convidados de piedra. Centralia sólo está para poner la tarasca.
Bueno, ahora, por primera vez, podemos confirmar que también pasa lo mismo en el reparto de los planes que supuestamente son para los desocupados. Para los piqueteros, para sintetizar.
Y lo sabemos gracias a dos economistas de la Fundación Mediterránea. Laura Caullo y Azul Chincarini encontraron que, entre enero y agosto, el gobierno nacional les pagó planes sociales laborales a 905 mil personas en todo el país. El más importante, lejos, es el plan Potenciar Trabajo, que manejan los piqueteros. En total, se repartieron 180 mil millones de pesos.
Pero, claro, eso no se reparte en todo el país por igual y mucho menos en proporción a los desocupados que hay en cada provincia.
Lo muestran los números. Por ejemplo, en agosto, a la Ciudad de Buenos Aires se destinaron más de 13 mil pesos por cada persona que tiene dificultades laborales y vive allí. Jujuy, Río Negro, La Rioja, Chaco y la provincia de Buenos Aires (1) son las que le siguen en el ránking.
En cambio, San Luis, Corrientes, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y La Pampa son las que están en el fondo de la tabla. A Córdoba llegaron poco más de 1.400 pesos por cada persona con dificultades laborales, mucho menos de la mitad que los 3.200 pesos que se volcaron en la provincia de Buenos Aires.
En el país de la discriminación regional, ni siquiera los desocupados de Centralia merecen la misma ayuda que los del resto del país.
(1) Como sucede con gran parte del gasto público nacional, cuando se muestran partidas destinadas a la provincia de Buenos Aires no se distingue entre el dinero que se vuelca en el Conurbano bonaerense y el que va a parar al interior de la provincia de Buenos Aires. Pero es bastante obvio que el interior bonaerense recibe un tratamiento parecido al resto de la región pampeana, mientras el grueso de esos fondos se concentra en el conurbano, que termina con privilegios parecidos a los de la Capital. El resultado es que los subsidios per cápita terminan siendo en Olavarría, por ejemplo, parecidos a los de Río Cuarto, mientras los de La Matanza se acercan o superan los de Capital Federal. De esta manera, en este caso es altamente probable que el gasto en programas laborales de 3.200 pesos para el total de la Provincia de Buenos Aires termine siendo, en el Conurbano, más cercano a los 13.000 pesos de Capital Federal y, en el interior bonaerense, más cercano a los 1.400 pesos de Córdoba.